No sé exactamente por qué decidí comenzar a escribirte una carta. Quizá fue para darte una despedida definitiva o simplemente para liberarme de ese pedacito tuyo que por más que quería no podía desprender de mí.
Busqué motivos para no echarte en falta, motivos para volverme a sentir feliz. Pero no te preocupes por mí, porque mi vida volverá a nacer algún día, cuando alguien me abrace tan fuerte que todas las piezas de este puzzle inacabado que creaste en mi se unan de nuevo y pueda volver a respirar sin que una atadura como tú me oprima el pecho.
Pero ahora mismo, no voy hablarte de mí, voy a hablar de nosotros, de nuestro cuento de hadas sin final feliz.
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Te quiero vacíos.
RomanceNo puedo decirte exactamente que falló, tampoco explicarte como me perdí en esos ojos verdes tan puros. Siempre pensé que eras mi todo, pero alguien muy sabio me enseñó que nunca debes dejar que alguien sea tu todo, porque si se va, no te quedará ab...