En la salud y en la ¿enfermedad?

Capitulo 11

El tiempo había transcurrido y como era de esperarse los hijos de los dueños minoritarios se habían unido a la empresa, Zee Pruk y Mark Siwat

Zee Pruk era un hombre guapo, era alto, ojos negros, cejas pobladas, nariz repingada, no era blanco pero tampoco moreno, tiene con un gran porte y gran personalidad, era muy reservado pero cuando tomaba confianza era la persona más amigable.

A sus 25 años se estaba integrando a la empresa, realmente el nunca quiso ser parte de la empresa él quería ser un gran modelo era su sueño, pero su padre no le permitió continuar, ahora estaba aquí haciendo una misión que aunque para él era un desastre para su padre significaba todo.

Por otro lado estaba Mark Siwat era un don Juan, obviamente era un hombre guapo, ojos oscuros, de tez blanca, labios delgados, hermosa sonrisa, era alto y lo muy delgado pero tenía un gran estilo de vestir, siempre a la moda y ropa cara y solo de marca.

Su sueño siempre fue ser un cantante, había creado canciones y tenía una cuenta de YouTube donde subían sus videos, pero su padre la había dicho que sería un don nadie que mejor se enfocara en la empresa y en conseguir ganar más territorio ya que padre e hijo Intouch estaban más que muertos

Y así empezaba, Las oficinas estaban en la misma planta, Saint de lado izquierdo era la más grande, y del lado derecho estaban las dos oficinas de Zee y Mark

Pete trataba de evitarlos, pues había veces que escuchaba sus padre decirles que no se hicieran amigos, pues le parecía injusto que a su edad sea el dueño de todo cuando ellos llevaban años en la empresa, para ser exactos 24 años. Pero era inevitable que las amistades se hicieran poco a poco, Pete disfrutaba mucho de los malos chistes de Mark y sus historias sobre el mundo, pues sus padres en vacaciones y en sus cumpleaños lo llevaban a conocer el mundo, Zee por otro lado le mostraba las fotos de las marcas que le gustaría poder modelar su ropa en algún momento de su vida, las amistades entre los 3 se habían dando de manera agradable

Mark

Estar con Pete era muy agradable, al principio pensé que era de esos tipos que se aprovechaban de los demás, pero cuando los 3 empezamos a integrarnos a la empresa, al principio era muy serio y se veía muy delgado, se veía que no dormía pues tenía unas ojerotas muy pronunciadas, se que mi deber es acercarme en malas Intenciones pero no podría hacerlo así

Un día me decidí a hablar con él, así pocos a poco nos fuimos haciendo cercanos, no puedo decir que amigos porque sé que aún faltan muchas cosas que conocer de nosotros. Pero lo que mas me gusta es hacerlo reír, ya se que soy pésimo con mis chistes pero por él aria eso, me encanta ver como sus ojos se achican, como sus redondeas mejillas se tornan rojas y se le pronuncian unos hoyuelos en ellas, aveces con acciones así se me acelera el corazón pero a mi me gustas las chicas y no creo que eso cambie por el.

Pete

debo aceptar que estar con Mark y Zee es muy divertido, aprendo cada día de ellos más, pero el problema es cuando llego a casa, a esa casa vacía, inhabitada, silenciosa, esa casa enorme llena de recuerdos, y darme cuenta que no es mía, es de él de mi amado Ae.

Pensar él los bellos momentos que pasamos juntos me hace desear que ojalá todo esto fuera un sueño nadamas, que él en algún momento va a despertarme con uno de sus beso y su bella sonrisa, que me dirá que siempre estar a mi lado y jamás va a abandonarme, pero al despertar no es así, estoy solo en una habitación fría y sola, no está él y claramente jamás lo estará.

Mi soledad me va a llevar a la locura y temo perderme en mi camino, lo extraño demasiado, sus besos, sus caricias, su cuerpo que daba calor real al mío, sus manos recorriendo cada parte de mi ser, extraño sus ojos oscuros mirándome desde alguna parte de la casa, extraño poder verlo reír y compartir nuestros gustos, simplemente extraño todo de él,

- buenas tardes señor Pitchaya, ¿va a cenar?
- Señora Jenny ya le dije que no me fija señor, solo Pete por favor, háblame de tu
- Perdone....-se rio- perdoname Pete, cariño debes comer eres muy joven para verte mal-decía tomando mi mejilla- me da miedo que algo te pase

Pensar que si algo podría pasarme me ayudaría a estar con mi amado Ae no soñaba mal, pero había prometido salir adelante y luchar por lo que ellos me dejaron.

- Jenny valla a descansar por favor

Ella solo asintió y me fui a mi cuarto, más bien a nuestro cuarto

Ay amor como te extraño, me haces falta

En medio de la noche, la soledad me embargó y decidí estar cerca de él, salí de la casa y fui a su tumba que estaba situada cerca de la capilla que después supe que estaba, lo único que me quedaba de él eran esos rastros de polvo, lo tomé entre mis manos y lo abracé
El viento golpeaba con tanta fiera las ventanas y empezaba a calar mi piel, increíblemente 2 meses yacía de su partida

- mi amor, te extraño.....te extraño mucho
Se que los empleados jamás me han dejado solo y se que en estos momentos están a lo lejos observándome, pero no me importa, las cosas no van a cambiar porque todos los días vendría a verlo, así caiga la nieve, tiemble, llueva y relampaguee.

- amor te juro que lo estoy intentando pero me haces falta, no sé qué hice para perderte a ti, nos faltaron tantas cosas por vivir. Mi amor ya tenemos 3 meses de casados y no estás a mi lado.... AE REGRESAAAAA!!

❤️🖤❤️🖤❤️🖤

Pete estaba desolado pues a pesar de mantenerse ocupado en el trabajo, la soledad en su alma era un abismo sin fondo, las adiciones se hicieron presentes, el alcohol y la cocaina en su cuerpo lo hacían sentirse feliz, vivo, imperativo el problema era después que eso salía de su sistema, porque el vomito y el remordimiento de cabeza lo torturaban día a día después de darse cuenta que estaba llevando su vida a un Barranco.

A pesar de darse cuanta que su vida se estaba perdiendo no quería cambiar nada, solo quería e dar Ae con su esposo y con la droga en su cuerpo sentía que lo veía y era lo más cercano que podrían estar.

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El tiempo pasó y con ello 6 meses, nuevos proyectos en el trabajo pero el problema siempre era al final del día

Un de los tantos solitarios Mark se unió a ir a tomar unos tragos, y unos polvos blancos que hacían efervescencia en el cuerpo, los problemas con su padre se hacían más grandes pues no veía avance en su misión de seducción y lo estaba obligando a llegar más rápido a meterse con el

-Pete.... ¿Puedo preguntarte algo?
-Dime- volteó a verlo
-¿aún lo amas?

Pete se había callado, sabía a quien se refería y hablar de él era doloroso y no solía expresar sus sentimientos con nadie, tenía miedo de que la oscuridad que había en su corazón afectara más su vida, pero debía sacarlo de lo más profundo de su ser, quería poder tener un amigo esta ex que pudiera ayudarlo

-si, aun lo amo y creo que mucho más que  ayer, él es mi todo y cuando lo perdí con él se llevó mi ser, mi razón de vivir y se que lo que él y mi suegro me dejaron esto fue para que pudiera sobrevivir aferrándome a todo ese maldito dinero por ellos

Mark había escuchado sus palabras y sabía que si él pudiera moriría por Ae en cualquier momento.
Su mano fue con temor a su mejilla limpiando las lagrimas que habían recorrido sin permiso

-yo estoy aquí Pete, no quiero perderte

Bastaron solo esas 7 palabras para que el mundo del castaño temblara, casi brincó a los brazos de Mark llorando todo el mar de dolor que lo llevaba castigando todo este tiempo

Mark disfrutó del abrazo, limpio las lagrimas de sus humedecidas mejillas y no pudo evitar que sus labios tocaron los ajenos

-me gusta Pete
-que?!

Tal vez lo que sea el castaño era una amistad Para Mark era un trabajo o un sentimiento de verdad

Tal vez las copas, la droga, la debilidad de su cuerpo, el dolor en su corazón o la soledad provocaron que acercara sus labios a los de Mark..... tal vez y solo por esta ocasión se podría permitir fallarle a su esposo