De la Carne al Espíritu.

Capítulo 2.

Como de costumbre me levanté en la madrugada para ir al baño, lo cual no era de mi agrado, ya que el baño no queda cerca de mi habitación, tenía que cruzar el pasillo que daba a la sala de maternidad, seguidamente bajaba las escaleras, y a la izquierda quedaban los baños.

La noche estaba fría, las luces estaban apagadas (siempre las apagan a las 9:00pm), así que debía cruzar los oscuros pasillos con tan solo el reflejo de la luna.

Todo estaba en total silencio, bajé las escaleras y por fin llegué al baño.

Estaba terminando de lavarme las manos cuando escuché a alguien susurrando debajo de las escaleras, me pareció extraño ya que estaba casi segura de que nadie estaba despierto a tan altas horas de la noche, pero aún así fui a confirmar quien estaba allí.
Para mi sorpresa apenas llegué a las escaleras todo quedó en un total silencio, y no había nadie ahí.

El corazón me empezó a latir muy fuerte, yo aseguro haber escuchado la voz de una niña susurrando una melodía, aún no logró identificar cuál era, pero aún así pensé que de seguro solo era producto de mi imaginación, decidí volver a mi habitación, apenas entré me quedé pensando en qué había sido eso, pero de igual forma estaba lo suficientemente cansada, así que me dormí profundamente.