Capítulo 4.

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-Para ser sincera me asusté, si eran malas noticias ya podría imaginar lo que era...

-El doctor Smith te dijo que tendrías la salida para dentro de 2 meses  ¿verdad?, dijo.

-Sí, respondí.

-Pues esto te va a angustiar pero te vamos a dar la salida para el otro año, sé que es mucho tiempo, pero es lo mejor para ti.

-¿Que?, se me paró el corazón por un segundo.
Tenía tantos planes, ¿por qué?, ¿Algo malo estoy haciendo en mi vida?, ¿Por qué me tiene que pasar esto a mi?, odio está enfermedad, DE VERDAD LA ODIO, no tengo el derecho a llamarme  "persona", solo soy un bicho raro en un mundo de humanos normales que viven su vida perfecta, pero ¿yo?, ¿quién soy yo realmente?, tan solo un estorbo...

-No aguanté más y rompí en llanto.

-Señorita Christine ¿está bien?.

-Sí, respondí cortante.
Supongo que ya me debo ir, eso era todo ¿no?.

-Sí señorita, un gusto.

-Mmm igualmente, adiós.

No lo pensé y simplemente caminé a mi habitación rápidamente.
En ese momento no sabía que pensar, no sabía que hacer, solamente caminé con dirección al único lugar que tenía.

Cerré la puerta y sentí como mis lágrimas podían acariciar mis mejillas, cada vez más aumentaban esas gotas llenas de dolor y tristeza.
En ese momento recordé las palabras que me decía mi madre cuando lloraba de pequeña, "Cuando dejas caer esas pequeñas lágrimas de preocupación o dolor estás dejando caer todas las preocupaciones que te han molestado por tanto tiempo, te quitas ese peso de encima y eso te hará sentir mejor linda".

Al acordarme de dichas palabras sentí como una espina atravesaba mi corazón, la extraño tanto...

De la Carne al Espíritu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora