Es Real (FNAF y tu) [Editando 2022!]

Capítulo 3 -1era noche.-

Me encontraba algo nerviosa por mi primer día de trabajo, y con un mal presentimiento, aunque lo único que tenia que hacer era vigilar por las noches; no sonaba tan mal.

Respiré profundamente un par de veces para intentar calmarme un poco. Me encontraba de pie enfrente de la puerta principal de la pizzería. Entré segura de lo que hacía y me topé con el chico del día anterior; Tyler, si no mal recuerdo.

-Hola, buenas niches.- Dijo sonriendo.

-Hola.- Respondí regresándole una pequeña sonrisa tímida.

-Ven, mira. Déjame explicarte que es lo tienes que hacer.- Hizo una seña con su mano, haciéndome entender que quería que le siguiera.

Después de atravesar todo el restaurante y despues de un largo pasillo lejos del area principal llegamos a una cabina algo pequeña con dos puertas.

-Vas a ver estas cámaras y las vas a ir cambiando, no te preocupes no corres ni un solo peligro.- Me aseguró confiado, sonriendo.

No parece un trabajo complicado.

-Está bien.- Estaba tratando de entender la manera ágil en la que cambiaba cada camara del establecimiento con unos botones.

-Muy bien, empiezas a media noche, estate lista.- Me mostró una pequeña sonrisa mientras se erguía y se fue por donde vino. Mire la hora y para mi sorpresa faltaba muy poco para que se hiciera media noche.

Se hicieron las 12:00 mas rápido de lo que esperaba y empecé a revisar las cámaras de manera torpe y desinteresada. Al pasar un rato decidí tomar una pequeña siesta, puesto a que nada interesante estaba sucediendo y que nadie me miraba; igual una siesta no le hacía mal a nadie.

Me desperté sobresaltada por un ruido fuera de la cabina, lejos; mire el reloj electronico que estaba a lado de las pantallas.

-4:06 de la madrugada...- hablé para mi, incrédula; se suponia que iba a ser una siesta corta.

Empece a revisar nuevamente las cámaras, las estuve cambiando lentamente hasta que algo raro se centró en una de ellas.

-¿Y el conejo?- Me pregunté a mi misma; estuve unos cuantos minutos buscando al conejo y lo encontré, estaba en la sala de fiestas pero...

¡¿Se había movido?!

Dios mío.

Cerré las 2 puertas lo mas rápido que pude, aterrada y sin creer que el conejo se hubiese movido. Seguro que cuando durmiera mas tarde tendria pesadillas.

Cuando menos lo esperé se acabó el turno; eran las 6:00 a.m. así que fui a la sala de fiestas en busca de la salida y vi al conejo que se había movido anteriormente. Lo mire con precaución al pasar lentamente frente el hasta que vi como movia su cabeza hacia mi con un leve crujido y sonrió, mis ojos se pusieron como platos y entre en una clase de shock, lo unico que se me ocurrió fui huir lo mas rapido que pude, saliendo por las puertas sin molestarme en cerrarlas, mi corazon golpeaba mi pecho entre una mezcla de miedo y cansancio por correr.

Empece a cuestionarme mi juicio.