Capítulo 2 -Pizzería.-

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Desperté con mis parpados pesados, como siempre. Nunca lograba dormir del todo bien y no sabia la razon.

Me levanté como pude de la cama y fui directo a mi ropero para sacar algo de ropa y meterme a bañar, después de quedarme un buen rato bajo el chorro de agua tibia salí y me sequé el cuerpo con una toalla, me puse mi ropa limpia y puse otra toalla en mi cabello, salí del baño y me dirigí a la cocina para desayunar algo. Cuando terminé de desayunar me arreglé un poco peinando mi cabello, poniendo un poco de maquillaje en mi cara y rimel en mis pestañas. Ya lista tomé mi celular y mis llaves para salir del departamento y comenzar a caminar en dirección a la pizzería.

-Ahorrar para comprarme auto.- Me dije a mi misma. Aunque fueran 2 cuadras prefería ir en coche.

Después de un tiempo caminando llegué; la pizzería era bastante grande, o al menos eso veía por fuera.

Llamé a la puerta principal y mientras venía un chico a abrirme la puerta, acerque mi cara hacia el cristal y puse mis manos a los lados de mi cara para tapar el sol que reflejaba en el vidrio y asi poder ver hacia adentro. El interior lucía realmente bien.

Cuando él llegó le saludé a través del cristal y el me abrió; parecía de mi edad.

-¡Hola!- Casi me gritó con una sonrisa de oreja a oreja y reconoci la voz, pues habia hablado el dia anterior con el por telefono.

-Hola.- dije sonriendo y el me dejó pasar.

Vaya que se veía mejor adentro que por el cristal. Lo que más llamó mi atención fueron 4 animales animatronicos, eran realmente lindos.

Caminamos por todo el establecimiento hasta llegar a una puerta de cristal opaco, se veia una luz tenue desde adentro y se escuchaba algo de ruido, supuse sería la puerta para entrar a la oficina del jefe.
El chico dijo que esa era, en efecto, la oficina de su jefe y que tendria que entrar para que el jefe me hiciera una entrevista y sin decir palabra alguna toqué la puerta.

-Pase.- escuche del otro lado, el grosor de la puerta opacando un poco su voz.

Entré y me senté en una silla que estaba delante del escritorio del jefe, quien me miraba muy serio.

-Buen día, ¿viene a pedir el empleo? - Preguntó. Yo solo asentí. -Tienes que llenar esto.- dijo mientras me entregaba unas hojas, antes de enfocarme en ellas saque de mi bolso mi papeleria general y se la entregué.

Parecia un contrato, no me moleste en leerlo sin pensar demasiado en ello y se lo devolví después de haberlo firmado, él lo recibió con el mismo emblante que tenía desde un principio; me fijé bien en sus facciones mientras revisaba que cada hoja tuviera una firma, como lo pedia. Parecia tener de entre 25 y 28 años, tenía el cabello corto y castaño, ojos café, tirando a verde, y la verdad me parecia muy atractivo

-Ehh... ¿Le puedo hacer una pregunta?- Pregunté despues de un momento sumergidos en un silencio incomodo.

-Ya lo hizo.- dijo tomando mi papeleria y leyendo la información que contenia.

-Bueno... ¿Dos?

-Ya ha hecho dos.- Dijo sin evitar que las comisuras de su boca se alzaran un poco a forma de burla, sin mirarme.

-¡Cuatro!- dije sonriendo y aligerando un poco el ambiente, el me miró y me regaló una sonrisa que mostraba sus blancos dientes, dando una leve risa.

-Claro.- dijo devolviendo la vista a las hojas.

-¿Que edad tiene?

-Treinta y tres.- Contestó sin pensar demasiado en el dato.

-¿Enserio? Se ve mucho mas joven.- Dije como halago y el me sonrió.

-Si, me lo dicen mucho. Le queda una pregunta.- hablo de manera poco interesada y caí en cuenta de que mi ultima peticion por preguntas no habia sido una pregunta en sí, rei para mi misma.

-¿Porque tiene este restaurante? creo que es muy joven para haberlo comprado por su cuenta...- Dije tratando de no hacer daño emocional alguno.

-Me lo heredó mi padre... Que descanse en paz.- Mi mandíbula se tenso un poco y bajé la cabeza. No me hubiese imaginado eso y, seguramente, él no lo habría querido recordar; después de esa pregunta me quede en silencio esperando su opinion en cuanto al empleo.

-Muy bien, tiene el trabajo.- dijo finalmente, despues de unos cuantos minutos.

-Gracias.- dije levantándome de la silla y dándole la mano.

-A usted.- me sonrió.

Salí de la oficina con una sonrisa triunfante pasando al lado del chico, quien le hacía algo de mantenimiento a uno de los animatronicos, dándome la espalda. Recordé que no le había preguntado su nombre, solo él me lo había preguntado a mi, así que me acerqué tratando de no asustarlo, ya que todavía no se había percatado de mi presencia.

-Hey.- le habé cuando estuve lo suficientemente cerca y el giró su cabeza al escucharme.

-¿Que tal?- dijo de vuelta, levantandose y tomando sus herramientas en ambas manos, tomando una pose 'nerviosa', si se podria decir.

-Una pregunta... ¿Cómo te llamas?- Le pregunté un poco nerviosa.

-Tyler.- Me regaló una cálida sonrisa y yo se la devolví, después solo me despedí moviendo simultáneamente la mano de un lado a otro y saliendo del restaurante.

En el camino me quede viendo los alrededores e imaginándome como seria mi nuevo trabajo.

Es Real (FNAF y tu) [Editando 2022!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora