Rosas Mortales

Rosa entre Lirios

Cristhy Dambelt, ese es mi nombre una chica con padres demasiado exitosos y un hermano mayor que sigue sus caminos, aunque yo voy en contra de todo lo que de generación en generación se les ha inculcado a la familia Dambelt.
Ciertamente no seré nada de lo profesional que quisieran mis padres que fuese, pero trato de no defraudarlos del todo.
Mientras mi grandioso padre, Jackson Dambelt, quién es dueño de una de las mejores empresas de modelaje y publicidad, "Dambelt's corporation" ó "DC" como le decimos nosotros; Mi madre, Irene de Dambelt o Señora Dambelt como la mayoría le dice, es la diseñadora más famosa y más hermosa, según mi opinión, que trabaja en la empresa de Papá; Mamá no es la única diseñadora a la que mi Padre representa, pero es la más exitosa colección con la que trabaja y lo mejor es que son esposos y fue la manera que consiguieron para trabajar juntos en lo que les gusta. ¡Que romántico! ¿No?.

Dos años después del matrimonio nació mi hermano, Jackson Dambelt Junior, mi papá quiere que su hijo sea su vivo ejemplo; aunque a decir verdad casi lo es. Mi hermano es el retrato de papá, lleva los ojos azules de mamá y el cabello negro de papá y tiene su mirada puesta siempre en el futuro de la familia y DC. Mi hermano ahora está estudiando informática y administración contable; según mi punto de vista, creo que mi hermano será capaz de llevar a DC mucho más allá de solo revistas, entrevistas y grabaciones televisivas. Mi hermano será capaz de mucho más, y estoy segura que mis padres creen en el tanto como yo.

Y al final del árbol me encuentro yo, la niña de la casa, Cris me dice mi familia y amigos más cercanos. Por mi parte soy más parecida a mi mama, aunque también tenga cosas de mi papá; mi cabello ondulado color avellana y ojos café me llevan a todo lo contrario de esa hermosura y belleza que transmite mi familia. No me disgusta del todo ser diferente, ya que mi mamá asegura que soy el vivo retrato de mi abuela, es decir su madre. A veces siento no encajar con el estereotipo de fama que tiene mi familia, yo soy más reservada y prefiero evitar que me estén fotografiando todo el tiempo; aunque ya tengo 21 años me siento muy tranquila con mi vida. Me mudé a un apartamento que mi padre me regaló por mi Mayoría de edad, no se extrañen, mi mamá ese día me regaló una moto, según ellos porque quieren que tome mi propio camino y a decir verdad a mí me encantó la idea. Así que adiós cámaras y vida social y hola una nueva yo.

Vivo sola hace cuatro meses, pero sigo yendo a casa de mis padres para la cena, soy mimada por mis padres e incluso mi hermano me consiente bastante, amo a mi familia, son todo para mí.

Pasé de la secundaria al trabajo, solo para esforzarme por mí misma, aunque no sea necesario, trabajé como vendedora en una zapatería durante tres meses, renuncie hace dos días; el trabajo no era problema, pero quiero probar en varios ámbitos laborales. Mi papá se molestó cuando supo que trabajaba, pregunto que ¿porqué no le pedí que me incluyera en la empresa? pero siento que la empresa de papá no es algo para mí. Además hay cosas que me gustaría hacer por mí cuenta, me siento como una princesa a la que le hacen todo. Y así viví junto con mis padres toda mi vida, por ese motivo ahora deseo hacer lo que más pueda por mi misma y siguiendo mis propias convicciones.

Hay días donde me recuesto en el sofá de la sala del pent-house que es mi apartamento, y enciendo el televisor y en varios anuncios veo a mis padres o a los cuatro juntos. Y veo como ellos junto con mi hermano brillan y destacan entre periodistas, los flashes de las cámaras y reporteros, mientras por mi parte me veo opacar esa luz que ellos transmiten, Mi madre decía que cada persona brillaba con luz propia, pero yo me veo como una rosa que por error nació entre hermosos lirios. Una gota de sangre en el río o una lluvia repentina en pleno día soleado. Cómo cuando no eres ni blanco, ni negro, más bien eres gris. Ese gris que nadie escoje con facilidad, ese gris que nadie combina con su outfit del día, no es plateado, ni dorado, es un gris. Soy un gris.

Hoy salí por la tarde a caminar. Llevo mis audífonos puestos con mi reproductor del teléfono en mi playlist de Adele, me dirijo hacia el parque. Normalmente tendría que llevar mis guarda espaldas, pero hoy están libres ya que mi papá los necesita para un desfile que hará, así que debo ser lo más discreta y cuidadosa que pueda, aunque salga en muy contadas publicidades junto a mí familia eso no me libra de cualquier peligro existente.

Tengo tiempo que no salgo con mis amigas, fui de fiesta hace unos días con una compañera de trabajo y sus dos amigos, se puede decir que íbamos en pareja a simple vista, pero ya calentando la noche los chicos se fueron con sus novias dentro de la pista y nosotras bailamos con dos guapos gemelos hasta cansarnos y volver con tranquilidad a casa, ese fue un día bastante bueno.
Yenni es mi única compañera con la que me lleve bien durante mi trabajo y apenas conocí a sus amigos, ni siquiera recuerdo sus nombres.

Por supuesto Yenni no era mi única amiga, tenía a Danna Relish, mi amiga de infancia. Nos hicimos como hermanas. Pero por cosas de la vida y consecuencias de crecer, ella ahora está en México. Ella siempre competía con mi hermano por quien sabía más sobre computadoras y cosas así, por mi parte no entendía nada, pero era feliz teniéndolos a los dos juntos. Danna siempre me apoyaba en mis ocurrencias y escapes y muchas veces me encubrió, después que se fue quedé sin mucho que hacer, pero aún hablamos de vez en cuando por videochat.

Hay cosas en esta vida que no esperamos, pero cuando llegan nos cambia por completo y suele sorprendernos.

- Aquí tiene su cambio - dice una cajera con una sonrisa radiante.
Recibo mi cambio del café que compre y sigo mi camino, escuchando música, llegue al punto donde canto en voz baja y de reojo logro ver a algunas personas que me pueden escuchar y me miran como si estuviera loca y en otros si veo una sonrisa al escucharme y casi logro ver cómo cantan conmigo sin pronunciar sonido. Así es este mundo. Hay quienes nos ven locos por ser distintos y quiénes entienden la locura y son felices siendo distintos.

¿Habrá un puesto en esa locura para mí? En comparación a mi familia que se rigen por la publicidad y el modelaje, yo soy más de la música y coreografía; aunque no bailo bien del todo, me gusta sentir la música correr como sangre en mis venas mientras bailo.
Pero todo lo que nos hace feliz en algún momento nos hará llorar.
Aprender a socializar y llevarme bien con otros es difícil, pero hago el esfuerzo por pasar desapercibida lo mejor posible para que no me reconozcan como parte de los Dambelt y se cree un problema. A veces cuando me preguntan mi nombre digo sólo Cris.
Me senté en un banco junto a un árbol en el parque y me tomé tranquila mi café, a veces estas cosas sirven para reflexionar.

La música inunda mis oídos y la siento expandirse por mi piel. Ahora suena Linkin Park y me encantan sus canciones.
Me levanto renovada y tomo el camino al apartamento. Ya el sol se está escondiendo y se siente la brisa fría de la noche llegar. Es hora de volver.
Pienso que he sido totalmente dichosa de nacer en una familia adinerada y amorosa al mismo tiempo y aunque no compagine del todo con ella, no sé qué sería de mi vida si no estuvieran.