iii.

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"Harry, esto se siente raro".

Fue después del partido de Louis cuando finalmente ellos tuvieron sexo, el último partido de la temporada. Louis había marcado el gol de la victoria, y cuando Harry lo había cogido en brazos y lo había levantado en el aire después de que todo el público irrumpiera en el campo, había tenido cuidado de no besarlo. Los ojos de todo el mundo estaban puestos en ellos, celebrando, mirando, felicitando. Louis había acercado sus labios a la oreja de Harry y le había susurrado, "Estoy listo, hagámoslo esta noche", y Harry había necesitado cada centímetro de su autocontrol para no follarlo en el campo en ese mismo momento, con el sudoroso equipo de fútbol enganchado alrededor de su pequeño cuerpo caliente, gritando el nombre de Harry en las gradas.

En cambio, ahora estaba apoyado en su cabecera con Louis extendido sobre su regazo, apoyado en el pecho de Harry. Louis le había dado tímidamente una botellita de lubricante y una caja de condones y le había dicho, "Ahora dame la recompensa adecuada. Después de todo, he ganado el juego para nosotros".

Harry sonrió y Louis le hizo un pequeño strip tease y Harry recordó que había pasado mucho tiempo mirando, porque en el colegio era casi lo único que se le permitía hacer, e incluso en casa, en la intimidad de sus dormitorios, Harry estaba tan embriagado por el rostro y el cuerpo de Louis y todo lo demás que se quedaba aturdido sin darse cuenta. Incluso cuando Louis estaba justo debajo de él, Harry no podía evitar mirar fijamente, absorbiéndolo. Louis se sonrojaba y se burlaba de él por eso, pero él brillaba absolutamente bajo la atención. Louis necesitaba esa clase de reverencia, ese amor descarado.

Harry siempre se fijaba en él. Imaginó que eso era todo lo que Louis quería, en realidad.

Así que se acostó sobre el pecho de Harry y dejó que Harry metiera la mano entre sus piernas y lo abriera. Había manchas de lubricante por todas las sábanas, porque Harry se había excedido, pero no quería hacer daño a Louis. Louis estiró un brazo alrededor del hombro de Harry, retorciéndose contra el pecho su mientras separaba sus muslos en el regazo de Harry. Observaron sus dedos, con ojos muy abiertos y con curiosidad.

"¿Raro? ¿Raro malo?" preguntó Harry.

"No, no lo creo..."

"Sabes, siempre podrías hacérmelo a mí..."

"No quiero hacerlo. Ya he buscado bastante en Google sobre mi maldita próstata esta semana, así que será mejor que la sienta".

Harry hundió sus labios en el cabello de Louis y apretó otro dedo junto a los otros dos, y Louis se giró para esconder su cara en el cuello de Harry. Mordió sus ruidos, pero Harry oyó el pequeño gemido en el fondo de su garganta. Louis se retorció en su regazo cuando Harry enroscó sus dedos, rozando algo que hizo que Louis apretara sus dedos en la parte posterior de los rizos de Harry, estremeciéndose violentamente con un débil grito, escondido contra el cuello de Harry.

"Eso es, hazlo otra vez", suplicó Louis. Harry empujó sus dedos hacia arriba, enroscándolos en los nudillos, y todo el cuerpo de Louis se estremeció. Dejó escapar una exhalación temblorosa.

"Está bien, pon tu polla en mí entonces", instó Louis después de recuperar el aliento. Harry le sonrió, muy cercano, cálido y encantador, colocando a Louis boca arriba y abriendo sus piernas para poder sentarse entre ellas.

"¿Dónde has puesto los condones?"

Louis puso los ojos en blanco y se levantó, tanteando con sus dedos la mesita de noche hasta que por fin encontró uno, abriendo el papel de aluminio y haciendo un gesto de impaciencia para que Harry se echara hacia atrás y pudiera ponérselo. La boca de Harry se curvó con diversión, y se sentó sobre sus talones entre las piernas de Louis y observó cómo los dedos de Louis, habitualmente rápidos y cuidadosos, temblaban un poco al ponérselo, sin molestarse en ser sexy al respecto, demasiado agitado por los nervios. Harry tomo el rostro de Louis con una mano, sujetando su mandíbula, e inclinó su cabeza hacia arriba para darle un beso, engatusando a Louis para que abriera su boca en un beso largo y profundo. Estaba obsesionado con besar a Louis, le encantaba la forma en que su dulce boquita sabía bajo la suya, su lengua rápida y burlona y la forma necesitada en que él enhebraba sus manos en el cabello de Harry.

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