CAPITULO #1

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En lo alto de la ciudad CaiYi existía y discípulo muy frívolo y reservado, con una mirada que no te puede dar nada más que hostilidad. A los ojos de los que lo rodean, era un hombre que nació con la mala fortuna de no poseer sentimientos, es que nadie podía determinar que estaba pensando o que sentía ante cualquier situación.

Uno de los mayores rasgos que ponía a cualquiera los nervios de punta eran sus hermosos ojos dorados, que con una sola mirada se lograba entender que no te quería cerca, que estabas siendo una molestia o simplemente quería estar solo.

A pesar de su fama era muy conocido entre las sectas, su gran poder y su ilimitada inteligencia en asuntos de cultivación arrebata comentarios de asombro a todos; el gran Hanguang jun no era más que una persona que admirar.

A pesar de eso, muchos no podían entender como un simple beta podía superar a dominantes y fuertes alfas; pues atreves  de los años ha demostrado que sus habilidades de destreza y lucha no son cualquier cosa. Que a pesar de haber perdido ante el malévolo y desquiciado Patriarca Yiling, logro poner todo de sí, luchar al punto de perder su núcleo espiritual, algunos de los demás alfas ni siquiera llegaron a cruzar unos cuantos golpes con el auto proclamado emperador patriarca Yiling.

Muchos simplemente creían que era suerte de nacer dotado. Pero pocos conocían de la dura vida que tuvo que pasar aquel increíble cultivador.

Luego de aquella lucha, Lan Wangji poco a poco ha sido olvidado, para muchos no tenía sentido recordando a aquel grandioso discípulo, tenían la idea de que termino siendo una víctima más de aquellos que murieron en manos de Wei Wuxian.

Además ante un enemigo como él lo único que importaba era pelear para sobrevivir.

Lan Xichen con la esperanza de que su hermano siga con vida, no deja de pelear, sin importar la humillación y el dolor de la lucha no se rendirá. Primero muerto antes de rendirse pues sabía que Lan Wangji no era una persona frágil, era imposible que este muerto, sabía con mucha certeza que estaba encerrado bajo las garras del patriarca Yiling.

Solo quería salvar a su hermano.

Dentro de lo que anteriormente era la secta Lan, estaba el mismísimo Lan Wangji entre los brazos de Wei Ying, entrelazados y atrapados en una atmosfera lujuriosa y llena de placer, o al menos eso era para el alfa.

El cual disfrutaba de cada reacción de alma gemela con cada embestida que daba. Le excitaba verlo debajo del débil, vulnerable, sin fuerzas para arrematar.

-¿Qué sucede Lan Wangji? ¿Acaso no lo estas disfrutando? ¿O es que el afrodisiaco no está haciendo efecto?

Lan Wangji se mordía los sus labios, tratando de no emitir ningún sonido; se aferraba a las gruesas pieles que adornaban la cama, haciendo un esfuerzo de no verse obligado a abrazarlo.

Su mirada estaba en cualquier punto que no sea el rostro de ese alfa, no soportaba verlo desde aquella posición, no en esta situación.

Se rehusaba a mostrarse débil y sumiso, eso no.

Wei Ying agarro su barbilla para forzarlo a que lo mire, no evito mostrar su desquiciada sonrisa para luego envolverlo en un pesado y profundo beso, mordiendo los finos labios de su Lan Zhan y que al mismo tiempo succionaba cada rincón de su boca. Le parecía embriagante, delicioso, exquisito cada parte de aquel esbelto y hermoso beta.

Cada mordida, cada beso, cada caricia era con el fin de dejar claro que le pertenecía, que solo era suyo y que nadie podía quitárselo.

- Es una lástima que no seas un omega, si ese fuera el caso, hace mucho te hubiera enterrado mis colmillos en tu hermosa nuca – Los dedos de Wei Ying se deslizaron hacia esa parte acariciando aquella piel húmeda por el sudor y que al mismo tiempo ardía por el placer. Lan Wangji se estremeció sintió como esa parte le picaba por aquella sensación. – Lan Zhan, a pesar de eso, me perteneces ¿entiendes? Así es como mereces vivir. -

EL BEBÉ DE LA CONSORTE IMPERIAL « Adaptacion » (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora