EL BEBÉ DE LA CONSORTE IMPERIAL « Adaptacion » (Terminada)

CAPITULO #4

ADVERTENCIA
CAPITULO CON MUCHA VIOLENCIA

- Wei Ying… - Estaba un poco indeciso en hablar, pero la mirada de profunda atención del eunuco Wen lo alentó a continuar - ¿Sabes algo de él?

Ya habían sido semanas de que no aparecía, lo último que sabía era que se estaba enfrentado a una fuerte batalla con las pocas sectas  que le quedaban, sobreviviendo a la lucha en contra del emperador verdugo. Quien lideraba la pelea era Lan Xichen y Jiang Cheng.

Era consciente de que la fuente de la larga pelea de su hermano era debido a él, quería su libertad y siempre ha dejado en claro que nunca se rendirá, pero nadie mejor que Lan Wangji sabía que eso era imposible. Wei Wuxian se había convertido en una persona muy poderosa, nadie podía luchar en contra de él.

Un ser que había elegido el camino del mal y practica las artes obscuras, luchar con ese tipo de poder estaba fuera de los límites de un cultivador normal. Para ser realista Lan Wangji había perdido toda su esperanza.

- Sigue luchando, esta vez la cantidad de enemigos es grande, pero el emperador sabrá arreglárselas – Comento el hombre con una sonrisa mientras le dejaba la comida a Lan Wangji. Hizo una reverencia para dejarlo a solas.

Lan Wangji estaba muy preocupado por Lan Xichen, su hermano era terco y no se rendiría. A pesar de que Wei Ying le prometió no matarlo, no evitaba pensar que en cualquier momento puede romper su promesa. Sobre todo  al ser testigo de las veces en las que el emperador pierde la cordura y se convierte en una persona muy difícil de manejar; en esas situaciones es cuando Hanguang Jun se ve obligado a tomar la responsabilidad en contra de su voluntad.

Suspiro angustiado, sus preocupaciones nunca se acababan, sobre todo al tener un vientre muy abultado que apenas lograba esconder bajo sus capas blancas como la nieve. Desde la última vez que estuvo con Wei Ying, él bebe no dejaba de crecer.

Parecía que en cualquier momento llegaría a nacer, llevándolo a la desesperación de que hacer después de que nazca. El futuro del bebe era incierto, hay veces en las que se llenaba de impotencia al no tener una solución, un padre que no hacía nada por él bebe que estaba esperando. Decir que había tratado de huir no era una mentira, pero la seguridad del imperio era demasiado grande, en cada puerta había guardias que vigilaban cada rincón, sobre todo los que estaban cerca de Jingshi. Era como si Lan Wangji se tratara de un asesino o un ladrón, merecedor de estar recluido y ser castigado cuando le plazcan.

Invocar a Wangji no era una opción en su estado, la energía que usaba para hacerlo sin duda perjudicaría al bebe, no podía arriesgarse por algo así. Así que, prácticamente no tenía salida, estaba limitado a seguir en su encierro y seguir pensando en alguna manera de salvar a su hijo.

Salió del pabellón para tomar el sol, llego a un pequeño lago para admirar los peces que nadaban. Él bebe en su vientre se empezó a mover, Lan Wangji comenzó a acariciar el bulto que sobresalía un poco entre sus ropas mientras mostraba una pequeña sonrisa. A pesar de todo lo amaba y sentía felicidad de saber que seguía dentro suyo. El que el Patriarca sea el padre es lo de menos, no tenía la culpa de tener la sangre de aquel emperador.

El omega se adentró en sus recuerdos, yendo al día en que aquel sonriente joven se acercó a él con la intención de ser su amigo. No tenía la intención de aceptarlo, pero la insistencia de él lo termino convenciendo de darle una oportunidad. Era tan puro e inocente, era tan apasionado en lo que hacía y sobresalía en lo que aprendía; se había enamorado de esa persona con mucha pasión. Pero por el temor y pensando en la relación beta-alfa, solo se quedó observando desde lejos como aquel joven amaba a una chica mucho más hermosa y simpática que él, además de que era una omega pura con un delicioso aroma que cualquiera caería ante ella; no era de extrañar que Wei Ying se haya terminado de enamorar de aquella muchacha de buena clase. Sentía muchos celos de la persona que recibía el amor de Wei Ying. Pero nunca se imaginó que aquel hermoso recuerdo se haya convertido en el Patriarca Wei Wuxian.