Shining sea

Quinto capítulo

Bill denominó a la pizza como: "Comida triangular con oro derretido" y Dipper, tratando de no reírse por el ridículo nombre, trato de explicarle que se llamaba pizza. Pero el terco de Bill no quería seder y reconocer que ese no era su nombre correcto, al final, mientras el menor negaba con la cabeza sonriendo le hizo prometer que la próxima traería más de aquella deliciosa comida.

Y sólo así dejo marchar al castaño por fin. El menor sentía su estómago comiéndose a si mismo a causa del hambre, gruñendo y revolviendose en su interior, por lo tanto se apuro en llegar a la cabaña para comer algo.

Al llegar abrió la puerta como quien se había enterado de una infielidad, siendo recibido por la oscuridad misma, cosa que no le importó y salió corriendo a la cocina para agarrar un pedazo de la pizza, grande fue su sorpresa al encontrarse la caja en la basura sin ni siquiera una miga dentro, aún esperanzado que le hubieran guardado algo abrió la nevera, sintiendo que su esperanza desaparecía al no ver ni un trozo.

Su estómago soltó un alto gruñido, exigiendo comida, mientras el cerraba la puerta de la nevera pasando una mano por su barriga, seguro pensaron que ya había agarrado todo lo que iba a comer y se devoraron el resto, se maldecía por haber corrido sin pensar y no agarrar un trozo para él. Reviso cada una de los cajones y la despensa para ver si había algo para comer, terminó encontrando una caja de Zucaritas al fondo de la despensa y con un poco de leche se sirvió en un tazón para cenar.

Después de haber callado el hambre que sentía, suspiro satisfecho subiendo a su habitación para echarse en la cama y tal vez no volver a abrir los ojos por lo menos hasta pasado mañana.

Mirando la hora se dio cuenta que eran la una de la mañana y sin esperar más se echó en su cama, cerrando sus ojos sin molestarse en cambiarse.

[...]

Los rayos del Sol entraban por la ventana, decididos a despertar a todo aquel que aún estuviera en la cama, cómo era el caso de Dipper Pines, quién siendo ya las doce del mediodía se encontraba profundamente dormido ignorando a los rayos del Sol que caían en su cara y los permanentes gritos de los turistas en la playa.

Se movía de un lado a otro en su cama, inquieto, queriendo despertar pero sin poder hacerlo hasta que sintió un enorme peso caer sobre el sacándole el aire, haciendo que abriera sus ojos cafés.

Al parpadear para enfocar lo que le había caído encima se encontró que era la mascota de Mabel, Pato su cerdito, quién temblado se encontraba entre sus piernas como queriendo esconderse de algo. Levantó una ceja analizandolo, el pobre animal tenía un tutú color vómito arcoiris y distintas escarchas de colores por todo su rosado cuerpo.

No tardó mucho en entender lo que pasaba cuando un grito de su hermana se hizo presente en la silenciosa cabaña, llamando al cerdito, el castaño apiadandose del cerdito lo cargo y lo escondió en su clóset, esperando que Mabel no lo encontrará allí y el cerdito entendiendo, se metió bajo una pila de ropa esperando que pasara el peligro. Cerró la puerta poco antes de que su hermana entrara al cuarto.

-D-Dipper-decía con la respiración demasiado agitada, al parecer había estado persiguiendo al cerdito un buen rato, se llevó una mano al pecho y con la otra le mostró el dedo índice, en señal de que esperara y con una gran bocanada de aire, volvió a hablar- ¿Haz visto a Pato? Lo llevo correteando como mínimo dos horas, pero lo he perdido de vista-explico mirando alrededor para ver si lo encontraba.

-Pues, no lo he visto hoy Mabs, de paso que me acabo de parar entonces...-dijo recargandose en la puerta del clóset- ¿Ya buscaste bajo la alfombra de la sala?.