El pergamino

183 19 5
                                    

Se podría decir que en Konoha no sato, estaba todo bien, como de costumbre, el actual Hokage, Naruto Uzumaki, estaba hasta la cabeza de documentos por firmar, solicitudes, peticiones, multas y...agh, muchas y mas montañas de los mismo, el no imagino que ser Hokage significaría papeleo eterno.

O bueno...si que lo sabía, y ya se había preparado mentalmente para ello, o eso creyó cuando vio todo lo que debía de firmar diario.

Apenas y podía llegar a casa a dormir, comer bien, jugar con sus hijos y entrenarlos, no le alcanzaba el tiempo para ello, solo se resignaba a 4 paredes todo el día, no más ni menos.

Y el día de hoy, no era diferente, estaba firmando papeles que Shikamaru traía, Naruto creía fielmente que por 10 que firmaba 1000 llegaban.

Firmaba sin prisa y de manera distraída, pero logro detectar una presencia que lo hizo internamente feliz.

Y de un momento a otro, Sasuke Uchiha estaba frente al cansado rubio, mirando con detalle esa piel canela y mirada cansada, Sasuke realmente se preocupaba por el, le tenia un gran cariño al rubio, a su rubio, y el rubio al azabache.

-Pareces un zombi, dobe.

-he, gracias por el cumplido- hizo una pausa para poder estirar los músculos y con una cálida sonrisa dijo con suavidad- Bienvenido Sasuke.

-Estoy en casa...

-que te trae por aquí hoy? Uchiha-san- Naruto junto sus manos aun viendo al azabache.

-encontré un pergamino en uno de mis viajes fuera de la aldea, no he podido abrirlo por que sentía que lo debía hacer contigo, no se porque, pero algo me decía que tenia que ver esto- con su única mano, saco un gastado y amarillento pergamino de su capa para después extenderlo al Hokage.

-para que me pidas esto, debe de ser peligroso por si solo, gracias por confiar en mi- y justo cuando su manos tocaron de un extremo el pergamino...

Una luz salió, envolviendo al par que se encontraba en esa oficina, dejando vestigios de las personas que alguna vez transcurrían en ese lugar.

Su espalda dolía como un infierno, todo su cuerpo se entumeció ante lo que sea que paso, lo peor de todo era que se sentía mojado.

¿Qué diablos paso?

Recuerda que estaba en su oficina, firmando papeles , llego Sasuke y- SASUKE!!!

Se levanto como resorte para darse cuenta que estaba en la orilla de un lago, empapado, son su capa llena de arena y lodo, miro con detenimiento su alrededor, buscando a un azabache de ojos ónix, y por suerte una silueta tirada en el suelo, calmo su agitado corazón.

-gracias a dios!!

Se lleno de alegría al ver a lo que el creía era Sasuke, su Sasuke, y en cierta manera si lo era, asi que se acerco, se puso de cuclillas a lado de ese cuerpo y justo cuando le uso su manos en un hombro para voltearlo, se llevo el susto de su vida.

-Sasuke-teme, me espantaste, ¿don- no pudo terminar su frase al ver el rostro de la persona.

¡¡¡Era Sasuke si...pero un Sasuke de 19 años!!!

Tenia su cabello como en aquel entonces, esa cosa parecida a un gorro en su cabeza y las ropas que usaba, su corazón estaba desbocado... ¿era una mala broma? Porque se la estaba creyendo y no era graciosa.

-¿Dobe?- una voz de tras de el lo hizo saltar, solo una maldita persona lo llamaba a si, al girarse se encontró con Sasuke, no su Sasuke, si no un chamaco de 15-16 años, con su camisa lila, ese cinto y su típica espada, no tenia Rinnegan, solo le dio más y más miedo.

El camino a la felicidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora