Té de Canela II

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💥ADVERTENCIAS💥

Escenas de violencia, uso de armas y humillación.

Si no te gusta leer sobre sangre y asesinatos, relaciones tóxicas y escenas sexuales anales y explícitas NO LEAS.

No promuevo las infidelidades, violencia a la mujer o cualquier acto llevado a cabo en este escenario.

Todo lo ocurrido aquí en pura ficción, nada más para disfrutar de las cochinadas.

Todo lo ocurrido aquí en pura ficción, nada más para disfrutar de las cochinadas

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|| LEVI ACKERMAN ||

🍃Los emperadores romanos utilizaban la canela como perfume, ya que los perfumistas la vendían al pie del Capitolio. Incluso se cuenta que Nerón, tras la muerte de su esposa, hizo quemar en una pira funeraria toda la canela almacenada en la ciudad de Roma🍃

—¡LE JURO QUE NO QUERÍA TRAICIONARLO! — rodeé los ojos, escuchar las suplicas de las personas era algo que me molestaba de sobremanera, querían evitar lo inevitable.

Paseé la vista por la mesa llena de armas, tratando de decidir cuál de ellas utilizar para ponerle fin a la asquerosa vida de uno de mis hombres.

—¿Ah, no querías? Me imagino que dirás que te obligaron a soltar información sobre mí.

—S-si.

—No te creo una mierda. — tomé el arma al fin, volarle los sesos de un disparo no me parecía mala idea, podía torturarlo y hacerlo suplicar, pero no estaba de humor para ese tipo de actos, quería que fuera rápido.

Metí el cañón del arma a su boca, su cuerpo temblaba y su frente sudaba de nerviosismo, de pánico. Casi sentí lastima por él, pero yo no soy alguien que sienta remordimientos. Sus ojos se clavaron en los míos y podía ver la suplica reflejada en ellos.

Todos los demás estaban en silencio, mirando lo que les podía pasar si llegaran a traicionarme como lo había hecho la rata que tenía enfrente. Había un silencio casi sepulcral en la bodega en la que estábamos, la tensión era tanta, que podía cortarse con una tijera.

Pero como si fuera una película de comedia, un teléfono empezó a sonar, terminando con el absoluto silencio.

«¿Qué canción ridícula es esa?»

Sentí vergüenza de que uno de mis hombres tuviera un sonido tan ridículo como ese, les faltaba hombría. Ni siquiera entendía porque alguien tendría el teléfono en sonido al estar en una situación tan importante como en la que estábamos.

Me giré para verlos, nadie se movía.

—¿Están sordos o qué? ¡Contesten esa maldita mierda! — todos intercambiaron miradas, algunos fruncieron el cejo y otros tensaron la mandíbula, pero no parecían nerviosos sino más bien, divertidos.

TEA OF SHOTS || LEVI ACKERMAN +18 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora