Escenarios ambientados en un mundo actual y dentro del universo de SNK.
Todo el contenido es totalmente explícito y +18.
💥ADVERTENCIAS💥
❌Lenguaje vulgar y explícito
❌Escenas sexuales explícitas
❌Los personajes le pertenecen a Hajime Isayama
#2 en...
Lenguaje vulgar y explicito. Si no te gusta leer sobre tríos, relaciones anales, sumisión y un poco de masoquismo, NO LEAS.
ESCENAS SEXUALES EXPLICITAS.
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🍃El té negro se utiliza para mejorar el estado de alerta mental, así como el aprendizaje, la memoria y la habilidad para procesa la información🍃
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Sentía la sangre correr por mi sien y mi pómulo palpitar con dolor, la presión de la chaqueta en mi cara hacía que me doliera más el golpe, pero si dejase de presionar de seguro la sangre me empaparía toda.
¡Otra chaqueta que se va a la mierda!
Me dolían las costillas al respirar y sentía cada musculo de mi cuerpo entumido y adolorido por la paliza que había recibido. Anotaría mentalmente el no aceptar bajar nuevamente a la ciudad subterránea.
La gente ahí era salvaje, los hombres no tenían respeto hacia nosotros, muchos menos hacia mí que me veía tan pequeña, debilucha y escuálida.
De seguro que, si no me hubiese separado de mi equipo nada de esto me hubiese pasado, pero caí en la trampa de un chiquillo mentiroso cuando se me acercó pidiéndome ayuda para su "mamá" que se encontraba en peligro.
Dejé que me llevara hasta donde se suponía que estaba su madre, pero lo único que encontré fueron a cinco hombres grandes, gordos y matones que por robar mi equipo de maniobras tridimensionales me hicieron todo eso.
Ni siquiera pude defenderme. Si, es estúpido... me podía enfrentar a titanes de hasta más de 10 metros de altura, pero no a cinco hombres matones de la ciudad subterránea. Uno me tomó por sorpresa de la espalda mientras que los otros se encargaban de golpearme a su gusto.
No necesitaba ser doctora para saber que esos golpes me destruyeron el pómulo y me partieron un par de costillas. Mis compañeros me encontraron a tiempo, justo antes de que uno me quisiese arrancar la ropa para hacerme no sé qué tantas cosas.
La buena noticia, es que los habían atrapado y era por ellos que habíamos bajado en primer lugar. El rey los quería ante él y decidió que la legión era la mejor opción, ya que la policía militar está ocupada haciéndole los mandados.
—¡¿Qué le ocurrió?! — me acostaron en la camilla de la enfermería y solté un quejido del dolor, verdaderamente me habían dejado jodida.
—Pues algo bueno no fue.
Contestó uno de mis compañeros. No podía moverme ni hablar, el dolor era demasiado y si hacía el mínimo movimiento sentía miles de alfileres clavándose en mí, junto con un fuego que me hacía doblegar.
