Escenarios ambientados en un mundo actual y dentro del universo de SNK.
Todo el contenido es totalmente explícito y +18.
💥ADVERTENCIAS💥
❌Lenguaje vulgar y explícito
❌Escenas sexuales explícitas
❌Los personajes le pertenecen a Hajime Isayama
#2 en...
No promuevo ni apruebo todo lo ocurrido en este escenario. Todo lo aquí escrito es pura ficción nomás para leer cochinadas, como nos gusta.
Si no te gusta leer sobre sexo explícito, palabras vulgares u ofensivas, azotes, diferencia de edad entre los personajes o cualquier otra situación relacionada con sexo, NO LEAS.
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🫖El sabor y el aroma del té de frambuesa es muy agradable, convirtiéndole en una infusión muy apetecible y adictiva🫖
La pequeña niña de mierda posiblemente no sabía lo que ocasionaba en mí al hacer todo lo que hacía. Venir a trabajar con esos vestidos diminutos que apenas cubrían sus muslos o esos pantalones cortos que me dejaban ver la forma redonda de su culo, me ponían la polla tan dura que tenía que bombearla y liberarla dos veces seguidas para quedar mediamente satisfecho.
Maldita.
Si no hubiese hecho tan bien su trabajo como niñera con mi hija, de seguro no la hubiésemos contratado permanentemente. A decir verdad, yo no quería.
Me la había follado una vez y el sabor de los fluidos de su coño y la sensación que me brindaba el tener sus tetas dentro de mi boca me habían hecho adicto a ella.
Me la hubiese follado hace unos meses dentro de la lavandería de no haber sido casi descubiertos por Petra, que la llamaba por toda la casa para que la ayudase a ordenar la ropa de mi hija.
Y ahora ella había decidido usar una maldita blusa de tirantes finísimos que parecían esforzarse demasiado para sostenerle las tetas. Me había perdido en su escote por varios segundos y me sentí afortunado de no haber sido descubierto.
Pero no podía evitar imaginar mi larga y gruesa polla venuda deslizándose entre el valle de sus pechos mientras ella los aprieta alrededor de ella.
Mierda, estaba jodido.
—¿Levi? ¿Me estás escuchando? —salí de las perversidades de mi imaginación cuando la voz de mi madre me sacó de ella. La miré mientras sostenía a mi hija en sus brazos que dormía plácidamente mientras seguía succionando su mamila.
—Si.
—No lo parecía hijo, estás un poco distraído.
Miré por el rabillo de mis ojos a _____ que sonreía porque ella si sabía lo que estaba haciendo. Petra apareció en el comedor con una ensalada para acompañar la cena y me mentalicé que debía guardar la calma con la maldita niñera de mi hija.
