Fear The Alpha

Abandonados

Kate kane había sobrellevado muchas dificultades y decisiones que odio tomar en su vida, había sido despedida de su lugar en el ejército, por el que había luchado y sacrificado tanto, soportando agresiones injustificables, menosprecio y humillaciones de sus maestros y "superiores" por ser una mujer Alfa, también la falta de apoyo de sus "compañeros" de brigada, una triste y ridícula excusa de alfas con miedo a dar nada por los que solían llamar su manada, mucho menos su país. Es gracioso pensar que debía estar dispuesta a confiar su vida al más valiente de esos cobardes si quería continuar ese camino, no se arrepiente de no estar ahí.

Los superó a todos, les regreso todas sus humillaciones con premios y una ascención tras otra. Obteniendo el rango de oficial ejecutivo de brigada, junto a su estatus de Alfa dominante, pensó que era suficiente, que nunca volverían a callar su opinión o negar su palabra. No debió esperar tanto.

Si bien ha superado esa decepción, hay un dolor sordo por su única compañera en ese mundo que siempre será una espina en su costado. Pero Sophie no podía ser expulsada, ella no tendría ningún lugar a donde regresar, sabía que su familia se avergonzaba de ella y la evitaba por los mismos prejuicios, era una mujer alfa, la única con la misma casta que Kate había conocido en su joven vida, aún recuerda su abrazo y su súplica a Kate para quedarse y luchar juntas, pero no estaba dispuesta a arriesgarla o a ser degradada y pisoteada una vez más después de llegar tan lejos, hizo lo que creyó mejor para ambas, probablemente lo fue ya que ambas encontraron su lugar en el mundo donde la otra no cabía.

Ser batwoman tampoco era fácil y requirió mucho más de lo que alguna vez había dado o alguna vez pensó estar dispuesta a dar, también le había traído un propósito más valeroso de lo que una vez se creyó capaz de cargar, incluso, con el tiempo desarrollo un nuevo respeto por si misma que antes no pensó necesitar. Le dio una familia nueva con personas que no sabía podía amar tanto, personas que consideraba suyas y que protegería hasta la muerte.

Que precisamente por ellos enfrentaría su decisión más difícil hasta el momento.

En una de las lujosas salas con chimenea de la mansión Wayne estaban presentes casi todos los miembros de la batifamilia para despedir a quien había sido su alfa oficial por casi 3 años, a pesar de sus esfuerzos sus aromas delatan que están en el mismo estado lamentable que Kate, el ambiente era tan espeso a tristeza y nostalgia reprimida que colmo de dolor y dudas la cabeza a Kate. Con todo, aún trataban de esbozar una sonrisa para la amiga que no podrían ver pronto. Todos le habían dado un abrazo, habían compartido algo de su persona con ella para acompañarla, las experiencias preferidas de Barbara, las bromas cariñosas y sonrisas brillantes de Dick, los descuidados halagos de Duke, los prácticos libros de Cassandra, las palabras y promesas llenas de afecto verdadero de Bruce, los postres de Alfred, los consejos siempre apreciados de Tim y buenos deseos para su viaje y el próximo rumbo en su vida la llenaron del calor que no le había dado el fuego crepitante. No pudo evitar tomar una bocanada de aire de aquel preciado aroma a hogar.

Hubiera preferido que Stephanie estuviera aquí, aunque ella y Damian ya se habían despedido antes, Stephanie tenía un trabajo grupal que no pudo posponer y Damian había decidido hablar con ella en privado y ella había hecho todo lo posible por hacer esto más fácil para el cachorro.

Un último abrazo a Tim y se forzó a ver el reloj, llegaría apenas a tiempo si se marchaba enseguida ya lo pospuso tanto como le fue posible. Estrecho al adolescente con más fuerza entre sus brazos y acarició su nuca.

–Cuidate por favor–Susurro junto a su cabeza y se alejo con cuidado de no ver la cara del chico.

–Me despido primos, Alfred, fue un placer–Aún trata desesperadamente que esto no suene como un largo adiós–Trataré de comunicarme con ustedes lo mas pronto posible y si ustedes me necesitan no duden en llamar.