Parte 1

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"¿Por qué siempre me regalaba esta bebida? Nos conocemos el tiempo suficiente para que sepa que no me gusta, seguro se burlaba de mí, en más de una ocasión le dije que no me gustaba, pero aquí estaba de nuevo, ofreciéndome esa botella con ese líquido amargo que no podía soportar." Navier pensó mientras veía al rubio delante de ella.

-Gracias, pero no tengo sed. - Le dijo con una sonrisa que practico para momentos incomodos como ese.

-Por favor mi reina, acéptalo. - Le dijo suplicante el rubio, sus ojos se veían cristalizados dándole a entender que si no le aceptaba se pondría a llorar. Suspiro y acepto la bebida. Navier se molestó por siempre caer ante ese rostro de cachorro que tenía el rubio.

Ella no lograba entenderlo.

No podía rechazar otra vez al joven porque era el hijo menor del dueño de una gran cadena de Joyerías. Navier tenía presente que debía mantener buenas relaciones por el bien de su empresa.

-Gracias por la bebida Heinrey. Se me está haciendo tarde así que me tengo que retirar. - Se excuso.

Camino lo más rápido que pudo al auto que la esperaba y se subió a este.

Cuando por fin estuvo segura dentro del vehículo su vista se dirigió a la bebida que sostenía, recordó que cuando era niña intento tomarla, pero simplemente no le gusto, era tan amargo y no logro entender como algunas personas podían tomar ese tipo de bebida. Ella prefería las cosas más dulces.

Pensó en el rubio que siempre la detenía para darle eso.

Ella conocía a Heinrey desde que era niño, su familia era del Occidente y habían ido al país de Navier a exportar joyas. La primera vez que se vieron la rubia pensó que era un niño muy lindo y educado, bueno, como no iba a pensar eso si lo primero que dijo el niño al verla fue "mi reina" luego de esas palabras el pequeño se puso rojo y se fue corriendo. 

Se rio, "¿Dónde estaba ese lindo niño que conocí?" se preguntó así misma. 

-Señorita, ya llegamos. - Artina saco a Navier de sus pensamientos.

-Gracias. - Dijo ella mientras Artina le abría la puerta para que pueda bajar del vehículo.

-Señorita. - Se detuvo. - Si no desea tener eso yo me lo puedo llevar. - Dijo fijando su vista en la botella que tenía aun en la mano Navier. - Sé que no le gusta ese tipo de bebidas.

-Muchas gracias Artina. - Navier sonrió. - Pero mi hermano se encargará de esto.

Sin más que decir Navier se dirigió a su habitación, cuando por fin se puso ropa cómoda para que pueda revisar los pendientes de su trabajo su madre entro a su habitación.

Navier espero a que su madre le dijera el motivo por el cual fue a verla.

-Navier, debes elegir con quien casarte. Te dijimos que no te impondríamos un prometido, pero si deseamos que elijas a alguien. Propuestas no te faltan. Tienes muy buenos candidatos, nos sentiríamos más tranquilos si te decidieras por alguien.

Navier vio que el rostro de su madre reflejaba preocupación, ella sabía que debía elegir a alguien, pero realmente ninguno de los candidatos le llamaba la atención. Ella pensó que no estaría en este problema si Sovieshu no la hubiera traicionado, rio amargamente.

La rubia no esperaba casarse por amor, siempre tuvo presente que al ser la hija menor de los dueños de una gran empresa debería casarse por conveniencia. A pesar de que no la obligarían a casarse con una persona en específico, si debía hacerlo con alguien que diera beneficios a su familia.

- ¿Quiénes son mis candidatos? - Navier le pregunto a su madre, esta al escucharla sonrió y se sentó delante de Navier.

-Claudia Ergi. - Al escuchar el nombre Navier soltó un bufido.

-Lo más seguro es que ni el este enterado de esta propuesta, él no es exactamente una persona que esté interesada en el matrimonio.

-Lazlo-

-Es un mujeriego. - La interrumpió, Navier conocía perfectamente a Wharton así que podía asegurar que no se casaría con él. - Además, me sorprende, ya que no nos soportamos.

Su madre la vio desconcertada, pero Navier no le tomo importancia.

- ¿No tenemos más candidatos? - Pregunto.

-Landre-

-Madre, por favor, dígame de verdaderos candidatos, todos sabemos que él está enamorado de Nian y ella es mi amiga. - La interrumpió nuevamente, en esta ocasión Navier estaba molesta.

-Bueno, entonces busquemos a alguien no tan cercano. - Respondió su madre de manera fría, las respuestas de Navier la estaban haciendo enojar. - Tienes una propuesta de Kaufman Luipt.

-Esto debe ser una broma. - Navier intento mantener la compostura, pero le estaba costando. - No deseo ser irrespetuosa pero realmente los candidatos que me está dando son de personas con las que le puedo asegurar no podría casarme.

Navier agacho su cabeza evitando el contacto con los ojos de su madre, no le mentía.

-No queremos obligarte, pero realmente nos preocupa ver que no muestras interés en salir con alguien. - Su madre se sentó al lado de ella. - Siempre te la pasas trabajando en la empresa y nunca sales o te diviertes. No solo tu padre y yo estamos preocupados, Kosair también lo está. Sabes que el prometió hacer crecer la empresa para que tú no te veas obligada a casarte por conveniencia y puedas elegir a alguien que tu ames.

-Sé todo lo que Kosair hace por mí, por eso también estoy ayudando en el crecimiento y expansión de la empresa. No quiero que sea el quien deba casarse por conveniencia. Además, si me casara con uno de estos candidatos entonces no cumpliría el deseo de mi hermano de poder casarme por amor y sus esfuerzos serian en vano.

Al escuchar las palabras de Navier, su madre se acercó a ella y la abrazo.

-Entiendo tus razones hija, pero al menos prométeme que intentaras buscar a alguien. - Su abrazo se hizo más fuerte.

-Lo prometo. - Susurro Navier en voz muy baja.

-Te avisare cuando la cena esta lista. - Le dijo su madre dirigiéndose a la salida. - Y... Navier. - Navier esperaba ansiosa lo que diría su madre. - Entonces, ¿Es definitivo que no quieres casarte con Sovieshu?

-Quiero respetar el deseo de Kosair. - Susurro la rubia.

La mujer al escuchar la respuesta de su hija solo asintió y se retiró.

Navier suspiro, al menos con esta conversación me dejaran en paz por unos días fue lo que pensó.

Sovieshu.

Solo pensaba en el cuándo hablaban de matrimonio, pero no lo pensaba por qué lo amara, más bien todo lo contrario, la rubia pudo confirmar que no amaba a su amigo de la infancia. Para Navier, Sovieshu era su amigo de la infancia y la mejor opción, pero que sea la mejor opción no significaba que lo amara. 

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Hola, les saluda AleSly,
hasta aquí dejare este capitulo, como dije en el resumen la historia tendrá entre 3 a 4 capítulos.

Espero les guste y acepto criticas :D

Mensaje (La emperatriz divorciada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora