Un largo día

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Era hora de regresar a mi vida, fue lo único que pensé cuando escuché el despertador ya habían pasado cinco días del asesinato, todavía no sabía el nombre de la víctima, pero cada día me causaba más intriga. Tenia algo de miedo al salir, los tipos me mandaban, la policía me llamaba todos los días, pero ya no quería vivir en el encierro de mi casa, quería vivir mi ultimo año de secundaria tranquilo.

Busque mi toalla y me fui directo al baño, cada uno de estos días me he matado pensando en esos ojos verdes que quisieron hacerme daño y no lo hicieron.

Salí de la ducha y fui por ropa, me decidí por una camisa de cuadros con un top abajo, unos jeans y mis vans, al verme en el espejo sólo pude adivinar que mi cabello no iba a cooperar así que me hice una cola de caballo. Al verme en el espejo sólo veo una chica pálida, con cabello castaño muy claro, unos ojos azules claros y muchas ojeras.

- Elena ven a desayunar- días durmiendo hasta tarde mi estómago no esta al tanto sobre la comida, pero que se puede hacer si no como mi madre me mata.

- Voy mamá

En la cocina mi madre estaba de excelente humor, tomé mis tostadas con café y ella se ofreció llevarme a la escuela, estaba ansiosa de que mi auto saliera del taller.

-Hija trata de que hoy sea un buen día, no le prestes atención a los comentarios, eres una excelente chica.

- Nos vemos en casa más tarde, cuídate.

Eran incómodas las miradas que tenía encima en el pasillo, nunca he sido de las que se mueren por los comentarios pero esta vez era algo más serio, todos sabían, pero me sentía como un bicho raro.

- Hola Elena- eso voz la podía reconocer en cualquier lado era mi mejor amiga Alex Evans, la conozco desde el tercer grado, es la persona en la que más confío, la adoro.

- Alex que te pasó?- al verla me fijé en su cabello lo tenía super corto , ella es muy linda, piel blanco, ojos verdes azulados, cabello negro azabache, muy delgada y más o menos alta.

-Elena sólo fue un corte, te extrañe, ven y dame un abrazó tonta.

- Te vez genial

- Gracias Elena y tu como te sientes?- esa era la pregunta que no quería escuchar

- Oye nena tranquila, esta tarde vamos a tomar un café y hablamos.

- Gracias.

Al entrar en clase de química sólo pensaba en lo aburrido y largo que iba a ser mi día, con exactitud todas las miradas estaban en mi, me sentía desconcertada, sólo quería salir corriendo.

- Nena vamos por un café, te parecer?- por una parte quería hablar con Alex pero por otra no. En ese momento sentí mi teléfono vibrar, no conocía el número, pero igual contesté.

- Bueno?

- Elena? Es el detective Sean- esa voz ya se me hace familiar, pero significaba algo importante.

- Hola detective, a que debo su llamada?

- Hoy te han enviado mensajes?

- No detective

- Tengo el nombre de la victima, Jeison Gren, lo conoces?

- Su nombre se me hace familiar- me repetí ese nombre muchas veces en la mete pero no sabía de donde lo conocía.

- Bueno Elena era para decirte, hasta luego, al llegarte anónimos me llamas por favor.

- Gracias detective

Al cortar la llamada entendí a quien pertenecía ese nombre, era del jefe de mi mamá, ella trabajaba para el desde hace 11 años, su trabajo nos ha proporcionado un buen dinero, después de separarse de mi padre, ya no vivimos en casas alquiladas, mi madre compró un lindo departamento y vivimos muy cómodas.

Con el celular todavía en mis manos decidí llamar a mi madre, ella debía saber de la muerte de su jefe, por que no me había dicho? Era la pregunta que nadaba en mi cabeza.

- Mamá, estás en el trabajo?

- Si bebé, por que?

- Tu jefe esta en la oficina?

- No hija, esta su hijo Nicolás Gren- todavía su asesinato no era novedad, pero significaba que su familia ya lo sabía.

- Mamá esta tarde voy a recoger mi coche y saldré con Alex por un café

- Esta bien Elena .

- Oye nena que pasa?- no me había dado cuenta que Alex todavía estaba esperando por mi, pero sólo quería encajar las piezas, pero sentía que este asunto no debía este rondando en mi cabeza.


- Hola Elena como estas?- al voltear veo a Jake, el dueño de la librería y novio de Alex.

- Jake todo bien y tu?- me encantaba estar con Jake era como mi hermano mayor, lo conocía desde hace unos seis años, a veces pasábamos de hermanos de verdad, su color de piel era igual que el mío, cabello marrón y sus ojos claros, creo que eso fue lo que enamoró a Alex.

- Ven y dame un abrazo hermanita- lo único que hice fue darme la vuelta y me atrapó en sus brazos, era muy bueno estar con mis mejores amigos.

- Hola bebé como estas?- Alex se tomó su tiempo para hablar con Jake y después los dos me vieron.

- Salvatore dinos lo que pasó?- era hora de que ellos supieran, no quería quedarme con esto atorado.

- Vamos a una mesa.

Mi camino equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora