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Anhele saciarme con el fervor de tus besos incandescentes

era intrépido decir esto, pero no quería delirar con aquello,

me sondeaba los recuerdos tuyos como un trémulo viento

errante; Sin embargo, me impregnaba el solo recuerdo

de tu aspecto sílfide, que, para los ojos del mundo, era estrafalario.


El gustar, la atracción, el enamorar y el amor; una tetralogía

 que me envolvía como una fina levita que envuelve el ardor

 de un cuerpo en épocas de invierno, 

por suerte me agazapaba en la forma sinuosa

de sus brazos que era lo único que me calentaba.


Que pulcro mi mirada de nocturna influencia,

de ojos pardos y feroz acicate, yertas las estatuas de piernas gemelas,

labios carnosos sutiles, un cortejo que urdía un beso

apasionado en tiempos de un dócil crepúsculo.

SílfideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora