Historia participante en la actividad MikaYuu week 2021, organizado por Twitter 💚💙
Serie de escritos y one-shots con las temáticas elegidas de: "¡los siete pecados capitales y las virtudes celestiales!"
✨ Pareja principal: MikaYuu
✨ Historias re...
¡Hola a todos! He decidido actualizar desde temprano para no dejarlos esperando ❤️ espero que les guste este capítulo, ya que ha sido uno de los que más me ha costado.
Muchísimas gracias por leer y tomarse el tiempo, realmente lo aprecio ✨
ACLARACIONES: ✨⚠️ Mención del manga de OnS con final alternativo a lo visto en el anime, leer bajo tu propio riesgo.
✨ PEREZA: Pecado capital que hace referencia a una ausencia de interés o declinación al esfuerzo.
✨ DILIGENCIA: Virtud relacionada con la atención minuciosa a los detalles, bastante relacionada con la perfección.
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Cuando estuvo de acuerdo con el pacto, realmente cumplió todo con compromiso.
Hyakuya Mikaela, mejor conocido por todo el escuadrón como «el rubio vampiro», lentamente había comenzando a acoplarse a las actividades humanas, tras el escape de garras enemigas de diferentes bandos.
Cada uno de los integrantes podía afirmar que la personalidad arisca del vampiro comenzaba a suvizarse, sin bajar la guardia realmente. A ojos de cualquiera, la hostilidad y desconfianza hacia ellos podían percibirla con claridad en el ardiente fuego carmesí de los ojos rojos, del chasquido de la boca acolmillada, del escape ondeante del ser con sus ropas blancas enalteciendo su majestuosidad.
—¡Es encantador! —replicó la capitana con desaires divertidos, logrando incomodar a sus compañeros.
La plática entre ellos era siempre la misma, una vez que Yuu y Mika salían a realizar la guardia, el escuadrón hablaba de ellos a sus espaldas, con una confianza del futuro de todos, después de todo, ambos eran buscados por el grupo enemigo de vampiros-humanos por igual.
—No puedo confirmar eso, —respondió con hastío el chico de lentes liberando un suspiro —lo que si sé, es que gracias al vampiro seguimos sin ser descubiertos.
Todos asintieron de inmediato, debían reconocer que la inutilidad de sus armas, en ese momento, era más que evidente; igual que sus fatales instintos humanos que no los ayudaban realmente en nada; si no fuera por la astucia, perspicacia, y por sobretodo, la diligencia del rubio vampiro, tal vez ya hubieran sido atrapados.
—Por eso creo que es lo mejor que siempre estén juntos ellos dos...
El punto de Yoichi era asertivo y puntual, una razón más a favor de que el protector vampiro estuviera siempre del lado de un extrovertido y aventurero Yuu, un soldado que no conocía los límites si no se le eran impuestos.
Lejanos a la dichosa conversación sobre ellos, Yuu y Mika caminaban por los alrededores de una ciudad completamente en ruinas; las calles dejaban en vista la protesta de la naturaleza sobre su territorio tras quebrar el asfalto y traspasar paredes y automóviles.
