Historia participante en la actividad MikaYuu week 2021, organizado por Twitter 💚💙
Serie de escritos y one-shots con las temáticas elegidas de: "¡los siete pecados capitales y las virtudes celestiales!"
✨ Pareja principal: MikaYuu
✨ Historias re...
¡Hola a todos! Lamento mucho la tardanza en la actualización pero la vida laboral desgasta tiempo, en fin, vamos de inmediato con el escrito ✨
Espero que estén disfrutando de esta semana, ya que cada tema me ha costado desarrollarlo, hasta ahora, este ha sido mi favorito ❤️ espero que lo disfruten.
ACLARACIONES: ✨⚠️ Aunque no se mencione de forma directa ni explícita, hay escenas de guerra, ataque y sumisión, si eres sensible, no leas.
✨⚠️ CONTENIDO DEL MANGA DE ONS, si no estás al corriente con él manga no se comprenderá el contexto y podrás llevarte unos spoilers.
✨ CODICIA: Pecado capital consistente en el deseo de adquirir o poseer más de lo que se necesita, como las riquezas, materiales o poder.
✨CARIDAD: Virtud de una persona que es capaz de abandonar sus bienes por el bienestar y ayuda al prójimo.
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No había peor mal, que dejarse llevar por el hambre de poder.
Yuuichiro Hyakuya, a ojos de los demás, parecía un ser inofensivo y crédulo de su alrededor y palabras, quizás lo era, pero cuando algo lograba remover su tormenta interior, se convertía en una calamidad.
El grito de furia con el que expresó su molestia a la herida de un ser que debía desconocer, alertó a los que, se supone, eran más fuertes que él por ser simples demonios, pero se confiaron.
Un simple humano fue capaz de rebosar los límites y figurarse en una deidad temible, aquella capaz de hacerte temblar con el eco de su voz, estremecer tu cuerpo con cada pisada, paralizarte cuando te señalaba con su arma.
Yuuichiro Hyakuya se convirtió en un ser peor que los más fuertes demonios, su ira lograba encapsular su raciocinio cuando su objetivo de alcanzar poder lo era todo, solo eso importaba ahora, poder.
Poder para exterminar.
Poder para ganar.
Poder para salvar.
"¿A quién quería realmente salvar?"
—¡No sabes lo que haces! —replicó su demonio sin salida, Ashuramaru era dominado por un humano diferente, un completo desconocido.
—Cierra la boca y dame tu poder.
Su metamorfosis fue instantánea, sin siquiera luchar cuando se dejó llevar a las manos del dichoso humano dominante en forma de espada, la cual resplandecía con un filo sin igual, llamas que dejaban ver la potencia del poder acrecentándose lentamente; los cuernos aparecieron sobre su cabeza, igual a las dichosas marcas mientras la sonrisa ladina seguía reflejada en ese rostro.
El poder era un fuente exquisita sin importar la batalla.
Su egocentrismo lo llevó a cortar sin miedo, confiado de ganar, por sobretodo, al arrebatar hasta la última gota del poder demoniaco de su propio demonio, de sí mismo. Un corte produndo derribó a ambos obstáculos demoníacos sin mayor esfuerzo, su sonrisa se ensanchó cuando miró su alrededor cambiar, ahora lucharía frente al preciado demonio Mikaela.
