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Capítulo 2 : Interferencia

Texto del capítulo
Dumbledore paseaba por su oficina, no quería admitirlo, pero estaba empezando a preocuparse. Habían pasado seis meses desde que los Dursley habían sido encontrados mutilados. Lo único positivo fue que solo se identificaron tres cuerpos y ese era de los Dursley. Pero eso significaba que Harry Potter había desaparecido.

El viejo director estaba un poco preocupado, si el chico faltaba, entonces perdía su arma, la herramienta que planeaba usar para ganar la guerra y derrotar a Voldemort de una vez por todas. "¿Dónde podría estar el chico?"

Severus Snape habló. "Director, no me preocuparía demasiado por lo que le está sucediendo al niño, cuando sea mayor de edad, la carta debería poder encontrarlo, tendremos que esperar hasta que llegue ese momento".

Dumbledore asintió, Severus tenía razón, solo necesitaba ser paciente y esperar, sabía que el chico no estaba muerto o su carta se habría quemado. Dumbledore suspiró sentándose en su escritorio. "Espero por nuestro bien que el niño esté a salvo".

- (Cuatro años después) -
* Harry 11 años *

Harry sonrió escondido en el arbusto, estaba planeando atacar furtivamente a su madre. Sin que él lo supiera, Cyndryt sabía exactamente dónde estaba su cría. Ella bufó divertida con los juegos de chicos, él ha estado tratando de acercarse sigilosamente a ella durante años.

La morena saltó del arbusto pero Cyndryt rápidamente lo inmovilizó bajo su mano con garras. Ella se inclinó hacia adelante y comenzó a limpiarlo. Harry se retorció tratando de liberarse. " Mamá para, no estoy sucio, no necesito una limpieza".

El gran dragón blanco puso en blanco sus gélidos ojos azules. "Silencio ahora Hatchling, es hora de limpiar y estás sucio ahora siéntate quieto o tomará más tiempo." Harry resopló pero dejó de retorcerse y decidió obedecer a su madre.

Los dos se tensaron instantáneamente en alerta máxima. Cyndryt puso a Harry de espaldas y gruñó cuando escucharon un chasquido de ramas. Del bosque salieron dos personas, una era una pelirroja con cicatrices por todas partes y la otra era un hombre gigante con cabello negro rizado y barba con ojos negros como cuentas. Harry les gruñó, pero palideció en comparación con el fuerte rugido de su madre advirtiendo a los dos humanos que se quedaran atrás.

El pelirrojo levantó una mano impidiendo que el otro hombre se acercara. "No me acercaría más si fuera tú Hagrid, ese dragón está en modo de protección, está protegiendo a sus crías".

Los ojos de Cyndryt seguían a los dos humanos con atención, no permitiría que estos sacos de carne con palos se llevaran a su cría. "¡Deja ahora los sacos de carne o te comeré como hice con los demás que han intentado llevarse mi cría!"

Harry asomó por detrás de las alas de su madre para ver cómo eran estos humanos. Entonces toda la atención fue hacia él y el hombre Hagrid dio un paso adelante. "¡Arry! Te he estado buscando por todas partes, ven de ese dragón ¡Tengo tu carta de Hogwarts!"

Harry se enfureció y solo pudo distinguir algunas cosas que los humanos habían dicho, había mencionado algo sobre una verruga de cerdo y su nombre. Harry se apretó más contra su madre sin confiar en este humano, el otro era diferente aunque había algo cálido en su aura.

Cyndryt tenía suficiente de estos humanos, agitó sus alas antes de abrir la boca para quemarlos hasta que queden crujientes. Antes de que supiera lo que estaba sucediendo, algo le envolvió el hocico y la obligó a cerrar la boca. Ella se echó hacia atrás y Harry cayó al suelo.

Otros magos salieron de alrededor de ellos y comenzaron a atarla, ella rugió tratando de liberarse para llegar a su cría. ¡Harry se quedó mirando a estos hombres que estaban lastimando a su madre! "¡Basta! ¡Deja a mi madre en paz!"

Nadie pareció prestarle atención y siguió tratando de someter al dragón. El corazón de Harry comenzó a latir más rápido, ¡estas personas le iban a quitar a su madre! Iba a estar completamente solo de nuevo, ¡no quería perder a su madre! Los ojos verdes Avada de Harry se agrandaron y se llevó las manos al cabello y gritó. "¡¡ALÉJESE DE MI MADRE !!"

Una fuerza de magia gigante se estrelló contra los otros magos arrojándolos a todos hacia atrás, Harry podía escuchar algunos de los huesos de los hombres romperse en sus aterrizajes pero, honestamente, no podía importarle menos, todo lo que le importaba era llegar a su madre.

Harry corrió y comenzó a tirar de las cuerdas que sujetaban a Cyndryt. Extendió la mano para quitarle el cañón y el gran dragón blanco atrajo a Harry hacia ella gruñendo a algunos de los magos más tontos que se atrevieron a intentar regresar.

Sin que nada la detuviera, abrió la boca permitiendo que sus llamas blancas quemaran los tontos sacos de carne. El olor a carne quemada llenó el aire junto con los fuertes gritos de mucha gente.

Hagrid corrió hacia el dragón. "¡Arry! ¡Por favor, debes alejarte del dragón! Tienes que volver e ir a Hogwarts, hacer amigos y estar con la familia".

La mente de Harry instantáneamente volvió a la de los Dursley al pensar en la familia. Miró su ojo verde penetrante mientras miraba al hombre desconocido hacia abajo. "Madre ... es ... mi única ... familia".

Con esas últimas palabras Cyndryt extendió sus alas y despegó en el aire sus poderosas alas arrojando a la gente hacia atrás. Una vez que estuvieron a salvo en el aire y lejos de los magos, Cyndryt habló. " Hatchling, creo que deberías ir a esa escuela, podrían enseñarte cosas que yo no puedo. Te haría bien estar cerca de otros de tu especie y pronto serás mayor de edad y necesitarás encontrar tus compañeros y tu nido. . "

Harry parecía herido por sus palabras. "¿Quieres que me vaya? ¿H-Hice algo mal? ¡No quiero dejar a tu madre! ¡Por favor, no me hagas ir!"

Cyndryt sintió una inmensa alegría porque su cría no quería irse, pero sabía que sería lo mejor para él. "No te haré ir ahora, pero en el próximo año más o menos irás a esta verrugas de cerdo, pero volverás a casa en cada descanso, eres mi cría y siempre serás mía, nada cambiará eso".

Harry suspiró haciendo pucheros, pero sabía que una vez que su madre decidiera algo, entonces no habría forma de disuadirla, pero probablemente podría demorarse el mayor tiempo posible. Harry asintió acurrucándose más cerca de su madre. "Está bien madre, iré".