La madre de Boris.

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La Princesa Ivana Romanov, una de las descendientes de lineas colaterales de la casa Romanov, nego la posibilidad de tomar como marido al actual Zar, preferia mas calma, era una mujer de un temperamento fuerte, de una mentalidad estoica, ademas que se podria el agregar a ella misma, de un cabello castaño hermoso, ligeramente semilacio, y un cuerpo no solo bien conservado en los tratamientos geneticos, tambien alentado por su buen ADN como su propia vida dedicada a un sencillo regimen alimenticio de puras plantas.

Hoy la mujer admiro por un momento un nuevo conjunto llegado para ella, debia de admitirlo, los calzones y brasiers que antes existian eran una porqueria, no fue raro que tantas empresas antes de quebrar vendieron sus activos a los rurik y con ello se han salvado, pero bueno eso era otra historia.

Admiro por un largo rato esa obra maestra, increible que pudieran crear algo tan

Genial como extraordinario,

Levanto el calzon, en sus manos la pantie era suave de ese color morado con ligeros toques oscuros ademas de dorado en sus bordes, la mujer respiro el olor, era olor a nuevo antes de comenzar a vestirse, lo metio entre sus piernas, antes de subir y el acabara entre su trasero, al verse al espejo era como darle.

No solo lo relazaba, le hacia ver apetitoso, se admiro por un momento como aunque sentia que se iba entre cada cm de su cuerpo y lo escuadriñaba para sacarle todo de ella, se sentia tan comodo.

Luego miro el brasier, era tan suave, los anteriores eran un dolor para sus tetas, se lo acomodo y ahora no solo era suave, tambien realzaba sus hermosas esferas.

Luego de eso se giro al corsetuna ves puesto, nosolo le ayudo a tener una imagen mas modelada de ella, realzaba su postura, caminando recta

Incluso realzo sus tetas, y ligeramente se posicionaba en que levantaba su trasero

Una ves acomodado eso, podria facilmente usar el corset por debajo combinaba con su brasier, parecian una pieza, se rio, acomodo las medias, el corset tenia unas piezas que servian como liguero

Era una mujer hermosa y se sentia muy deseable, apuro el paso, acomodo la falda, y estaba perfecta, ahora despues fueron unos tacones oscuros, y luego se puso algo de crema, y acomodo rubor, se pinto los labios de morado, como un poco de sombra en los ojos, se acomodo en una cola de caballo todo su precioso cabello antes de partir afuera.

Se sentia hermosa, guapa y preciosa, realmente era complicado con los trajes grandes y pesados, ademas de la lenceria antigua, como la despreciaba, ahora tenia una suscripcion mensual de nueva lenceria, por eso al menos ya no tenndria bebes o habria hecho una docena los ultimos años.

Salio en su paseo de siempre para ver como iba todo, saludo a las guardias a los sirvientes, miro un poco lo que habia de comida, dejando a los diferentes ayudantes y cocineros, no solo color rubi, sino como lindos tomates.

Avanzo por un corredor,donde llego hasta la presencia de algo inusual, su hijo en el salon del baile, estaba tomando clases, que raro, el siempre fue un idiota

"Solo necesito saber usar la espada y nada mas"

Miro de reojo a la sala donde se encontro una linda sorpresa, entonces entendio unas cosas.

Su hijo odiaba el infame idioma ruso por decir que era un idioma sin el tono hermoso de el frances, ultimamente lo hablaba mas seguido, otra cosa se bañaba con mas ganas, entrenaba no solo la espada, tambien decidio estudiar otros temas, y ligeramente mas adulto para sus 9 años, realmente inusual, penso que eso tardaria.

Ahi en medio se encontraba una pequeña pareja, su hijo con una encantadora chica, que no reconocio, era complicado cuando a tu hijo parecia un troglodita energumeno, pero parecia controlado, callado y muy sereno

Guerra de Gigantes:Ascenso de La Republica Galactica de Francia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora