Corriendo con una bolsa y un moño

CAPÍTULO 10

Después de comer, Qi Mingyu se apoyó en el sofá y cerró los ojos con dolor de cabeza. Después de que los nervios tensos se relajaron, se dio cuenta de que se había esforzado demasiado y tenía un dolor de cabeza desgarrador.

Qi Yue estaba empacando los platos mientras observaba en secreto a Qi Mingyu. Naturalmente, descubrió el problema de Qi Mingyu. Cuando llevó a Qi Mingfan al lado de Qi Mingyu, Qi Mingyu abrió los ojos y miró a Qi Yue.

Los ojos de Qi Mingyu eran tan oscuros como la tinta, Qi Yue no sabía lo que estaba pensando, pero soltó: "¿Tienes dolor de cabeza? Te lo frotaré ... "

Uh ... Al ver a Qi Mingyu levantar las cejas y mirarse a sí mismo con sorpresa, la cara de Qi Yue se enrojeció y se explicó a sí mismo: "Quiero decir, um, a menudo masajeo a mis padres en casa, uh, es decir, mi técnica es bastante buena ... ¡ Dios, de qué estoy hablando!

"Bien."

¿Eh? Qi Yue parpadeó y miró a Qi Mingyu con sorpresa. En este momento, Qi Mingyu ya había apoyado la cabeza en el respaldo del sofá.

Qi Yue ordenó sus pensamientos y caminó detrás de Qi Mingyu: Qi Yue extendió su mano y lo masajeó suavemente.

Podía ver todo el rostro de Qi Mingyu, y sus hermosos rasgos, sin duda, se revelaron debajo de él. Qi Yue sintió que sus pensamientos estaban un poco distraídos: las largas pestañas en los ojos de Qi Mingyu y el puente de la nariz recta y afilada parecían estar tallados. Todos sus rasgos faciales le resultan atractivos. Mientras Qi Yue despreciaba su superficialidad en su corazón, todavía no podía evitar apreciarlo: esta es una belleza puramente masculina, llena del sabor sexy de los hombres maduros, pero sin darse cuenta revela una especie de tensión juvenil.

Las cejas de Qi Mingyu se fruncieron, Qi Yue estaba tan asustado que rápidamente detuvo su mente divagada y preguntó en voz baja: "¿Está bien esta fuerza?"

"Sí." Qi Mingyu respondió suavemente, como si disfrutara del masaje de Qi Yue.

Qi Yue no sabe cuánto duró, pero sintió que le dolían un poco los brazos. Lo soportó, pero todavía estaba reacio a dejarlo pasar hasta que Qi Mingfan terminó de ver su caricatura y fue con impaciencia a tirar de Qi Mingyu. El masaje terminó.

Qi Mingyu abrió repentinamente los ojos, solo para darse cuenta de que había pasado mucho tiempo, y en realidad parecía haber dormido. Qi Yue se frotó el brazo detrás de él y Qi Mingyu lo notó. Las comisuras de su boca se movieron, pero al final no dijo nada. Se apresuró a asentir con la cabeza a Qi Yue y dijo: "La habitación de invitados no ha sido arreglada. Hoy, puedes dormir con Mingfan, ¿de acuerdo? ¿Mingfan? Con eso, Qi Mingyu inclinó la cabeza para pedirle la opinión de Qi Mingfan.

Qi Mingfan parpadeó y extendió su mano para abrazar el brazo de Qi Yue, el significado es evidente.

Al ver esto, Qi Mingyu asintió y regresó a su habitación.

Mirando la espalda de Qi Mingyu, quien se fue sin decir nada, Qi Yue sonrió con amargura, extendió la mano y le dio unas palmaditas en la cara. Quería quitarse la amargura de su rostro. Después de darle unas palmaditas unas cuantas veces, sus manos quedaron atrapadas por manos pequeñas. Tomando sus manos, Qi Yue estaba atónito y miró a Qi Mingfan, quien estaba de pie en el sofá en algún momento. Aunque Qi Mingfan no tenía expresión en este momento, Qi Yue podía ver la pregunta y la preocupación en sus ojos.

El corazón de Qi Yue se calentó de inmediato. Se inclinó y abrazó el pequeño cuerpo de Qi Mingfan, y dijo en voz baja: "¿Nos vamos a dormir?"

Qi Mingfan asintió levemente y extendió sus brazos alrededor del cuello de Qi Yue, con una mirada de buen comportamiento. Qi Yue sintió que su corazón estaba a punto de derretirse y besó apresuradamente la pequeña cara de su pariente Mingfan, sintiendo que las emociones negativas en su corazón desaparecían.