Corriendo con una bolsa y un moño

CAPÍTULO 21

Qi Yue pateó la piedra junto a sus pies y caminó con la cabeza gacha. Su mente se fue a la nada y toda la persona estaba un poco distraída.

Las palabras de Ji Chen se repitieron una y otra vez en sus oídos. No se marchaban, permaneciendo como una maldición, haciéndolo sentir incómodo y desorientado. ¿Lo sabe Qi Mingyu? ¿Son tan obvias sus acciones? Qi Yue frunció el ceño, deseando ver a Qi Mingyu de inmediato. Quería mirar su rostro para saber si conocía sus sentimientos por él o no. Pero al mismo tiempo, Qi Yue no quería irse a casa tan pronto. Tenía miedo de ver a Qi Mingyu. Si se entera de que Qi Mingyu conoce sus sentimientos, ¿cómo debería seguir enfrentándose a él en el futuro? Qi Mingyu nunca lo aceptará, entonces, ¿será un extraño en el futuro? Pero si Qi Mingyu sabía sobre sus sentimientos, ¿por qué no lo evitó? Sí, Qi Mingfan, por el bien de Mingfan, Qi Mingyu solo podía soportarlo a sí mismo.

Qi Yue caminó pensando a ciegas. Casi se sentía esquizofrénico por lo mucho que pensaba en círculos y hablaba consigo mismo. Había olvidado que incluso si veía a Qi Mingyu, es posible que no pudiera ver ninguna emoción de la parálisis facial de Qi Mingyu.

Con un suspiro, Qi Yue supo inconscientemente que era hora de cruzar la calle, levantó el pie y caminó hacia el lado opuesto de la carretera perdido en sus pensamientos.

"¡Skrrrttt!"

El freno perforante sonó, y cuando Qi Yue recuperó los sentidos, el sudor frío de su espalda bajó. El conductor del automóvil a menos de un metro de él asomaba la cabeza y lo maldecía. Qi Yue automáticamente quería disculparse, pero estaba envuelto en un cálido abrazo, su cabeza descansaba sobre un pecho jadeando rápidamente. Una mano presionó contra su nuca y la otra agarró su cintura, con tanta fuerza, como si estuvieran a punto de perderlo. Qi Yue arrugó la nariz, miró la tela familiar frente a él, sus ojos se abrieron con un poco de asombro, como si aún no pudiera creer que la persona que lo sostenía era Qi Mingyu.

Qi Mingyu miró fríamente al conductor que todavía estaba maldiciendo, hasta que el conductor encogió el cuello bajo los ojos de Qi Mingyu y se alejó. Luego bajó la cabeza y tiró de Qi Yue hacia arriba, mirándolo de arriba abajo. Después de que el corazón latía muy rápido se calmó, y luego vino un enojo inevitable, "¡Ni siquiera sabes cómo mirar el camino!"

Qi Yue todavía estaba en trance. Al escuchar esta voz, recobró el sentido y miró el rostro frustrado de Qi Mingyu. Un toque de felicidad en realidad se elevó en su corazón. Miró a Qi Mingyu en silencio, queriendo ver algo en su rostro.

Qi Mingyu vio que Qi Yue no dijo nada, solo se miró a sí mismo. No pudo evitar golpear la cabeza de Qi Yue, "Te pregunté algo, ¿me escuchaste?"

"¿Está preocupado por mí?" Los ojos de Qi Yue estaban brillantes. Después de la conmoción que puso en peligro su vida en este momento, el coraje de Qi Yue aumentó inesperadamente, de lo contrario, nunca preguntaría tales cosas.

Al escuchar lo que dijo Qi Yue, Qi Mingyu se sorprendió, frunció los labios y volvió la cabeza avergonzado.

Al ver a Qi Mingyu evitando su vista, los ojos de Qi Yue estaban un poco sombríos, bajó la cabeza y curvó los labios burlonamente.

Qi Mingyu giró la cabeza para mirar a Qi Yue, sus ojos brillaron con insoportable. Levantó la mano, dudó por un momento, luego la colocó sobre la cabeza de Qi Yue y tocó su suave cabello, "Eres mi amigo, cuando algo así sucedió hace un momento, por supuesto que estoy preocupado por ti".

"Bueno, gracias." Qi Yue todavía mantuvo la cabeza gacha. Después de responder a Qi Mingyu, levantó la cabeza, "Regresemos, estoy bien".

Qi Mingyu miró a Qi Yue, "... Está bien".