Corriendo con una bolsa y un moño

CAPÍTULO 47

"¿No es tu primera vez?" Ying Jincheng preguntó con calma.

Ji Chen estaba un poco asustado, pero todavía se estiró el cuello y miró a Ying Jincheng, "¿Por qué te importa? ¡No tiene nada que ver contigo!"

Después de ver a Ji Chen sin decir una palabra por un momento, Ying Jincheng se vistió y salió.

Ji Chen se desplomó en la cama. Frotándose la cintura, maldijo a Ying Jincheng medio a muerte en su corazón.

No mucho después, Ying Jincheng trajo un tazón de avena y dijo: "Come un poco de sopa de arroz". Luego puso la papilla junto a la cama, con el rostro todavía tranquilo.

¿A quién le estás mostrando esa cara? —Murmuró Ji Chen y se arrastró hacia ella. Quería tener un poco más de valor y no comer nada, pero cuando pensó en Ying Jincheng todavía preparándole el desayuno en circunstancias tan desagradables, lo pensó mejor. Si lo haces infeliz de nuevo, no tendrás que irte hoy.

Fue Navidad en un abrir y cerrar de ojos. Este año, Qi Mingyu le pidió especialmente a Qi Yue que no hiciera planes con otros. Qi Yue curvó los labios. Las únicas personas a su alrededor eran Yi Fan y Xue Chengran. Ni siquiera pensaron en llamarlo. Durante el festival juntos, hay una gran bombilla alrededor y supuso que querían estar solos.

Qi Yue no sabía cuándo, pero las dos personas se juntaron. Tiene que decir que Xue Chengran se movió rápido y Qi Yue pensó que iba a esperar hasta la graduación.

De repente suspiró por el paso del tiempo. Estos días se están moviendo demasiado rápido. En otro año, Xue Chengran se graduará, Qi Mingyu, Ying Jincheng, y ellos también darán medio paso en la sociedad.

Por la noche, Qi Mingyu condujo para recoger a Qi Yue de la clase. Qi Yue tomó sus libros y se sentó en el auto de Qi Mingyu. Qi Mingyu no estaba satisfecho, "Todavía tenemos clases en Navidad. Oye, podríamos haber tenido un día libre ".

"¿Un día libre para qué?" Qi Yue le dio una mirada divertida a Qi Mingyu. Ahora ya no hay distancia entre los dos. Qi Mingyu también está comenzando a actuar como un bebé. Un hombre grande en realidad se ve un poco lindo.

"Tener una cita." Qi Mingyu se inclinó y besó los labios de Qi Yue, "¿Me extrañaste?"

"Solo ha pasado un día desde que te vi." Qi Yue tocó la cara de Qi Mingyu. Qi Mingyu estaba ocupado con su compañía estos días. Su rostro es más delgado.

"Lo sé, pero te extraño". Qi Mingyu rodeó a Qi Yue y acercó sus brazos, "Dime, tú también me extrañas o no conduciré".

"Bien bien. Yo también te extrañé ". Al ver que Qi Mingyu todavía estaba insatisfecho, Qi Yue tuvo que acercarse y besarlo.

"Eso es más parecido". Qi Mingyu apretó la cara de Qi Yue, "Vamos".

Qi Mingyu en realidad lo llevó a la playa. Cuando miró todo en la playa brillantemente iluminada, Qi Yue se sorprendió al mirar a Qi Mingyu, "En realidad puedes ser romántico".

Qi Mingyu miró a Qi Yue con frustración, "En este momento, ¿no deberías saltar sobre mí y gritar de alegría?"

Qi Yue negó con la cabeza. "No quiero".

Qi Mingyu tomó la mano de Qi Yue, "Vamos, hay regalos para ti".

En un mar de flores rojas, hay muchos marcos de fotos, la mayoría de los cuales son Qi Yue. La vida cotidiana de Qi Yue, él riendo y jugando con Qi Mingfan. Hay pocas fotos de ellos dos, una de las cuales es de Qi Yue durmiendo y Qi Mingyu.

"Esto es ..." Qi Yue tomó el marco y no pudo evitar preguntar.

"Cuando te extrañé, me colé para verte y tomé la foto. No está mal, ¿verdad? Qi Mingyu abrazó a Qi Yue por detrás, "Quiero colgar tantas fotos en nuestra casa".