Un pitido, un pitido largo y constante. Eso es lo último que se escucha en un quirófano cuando el corazón deja de latir. Un sonido que pone los pelos de punta y que llena el silencio de la sala. Un pitido que suena cada vez que besamos a la persona...
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Capítulo dedicado a @myriamotarola
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Me abrazo con fuerza a mi misma protegiéndome del frío. Llevo mis manos a la boca y soplo para calentarlas antes de meterlas en mis bolsillos mientras camino por él aparcamiento. Cuando llego a la puerta el sensor me detecta y se abre automáticamente, me acerco al guardia de seguridad y lo saludo como todos los días
-¡¡Buenas noches!!
-¡Buenas noches! No sabia que te tocaba turno de noche-pongo los ojos en blanco divertida mientras sigo caminando-
-¡Me temo que si! Pero ya sabes que no me importa-me encojo de hombros y entro en el ascensor-
Aprieto a la quinta planta y me apoyo en la pared del final con los brazos cruzados. Cuando suena el pitido de aviso las puertas se abren y salgo hacia la izquierda del pasillo, veo que una de mis compañeras ha recibido un ramo de flores que ha colocado junto al cartel que pone "Neonatos". Me acerco a olerlas y con una sonrisa de oreja a oreja entro en la sala privada de UCIN para cambiarme y ponerme el uniforme
Mi nombre es Evelyn Kelly, tengo veintiocho años y soy de Madrid, España. Llevo casi dos años trabajando en la planta de "Neonatos". No los bebe en UCIN. Desde siempre me han vuelto loca los niños y mi padre quería que estudiara medicina como el, así que me fui hacia la "rama" de Neonatos para poder cuidar y salvar la vida de los bebés. Aun que trabajo como enfermera, no me interesa ejercer de medica.
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