seis.

513 33 0
                                    

*NARRAS TÚ*

Me senté en la mesa junto a mi padre y al lado mío había una silla vacía. Me sentí bien ante eso ya que no me vería obligada a hablar con nadie. Estaba tranquila, escuchando la estúpida conversación de mi padre con la familia Collins y un hombre que no pude reconocer, pero que miraba su reloj como esperando a alguien, y algo nervioso. Desvió la mirada a algún lado que no me interesó, y se "alivio"; seguramente llegó quien buscaba. Vi que alguien corría la silla que estaba a mi lado y cuando volteé a ver, no podía creer mi mala suerte.

-Perdón por llegar tarde - dijo Niall y saludó muy generalmente a todos. 

-Oh, querido no hay problema - dijo la señora Collins. Seguro Niall debía ser su sobrino y el hombre desconocido, el padre de Niall.  

-¿Nos conocemos? - me miró extrañado, una vez que los adultos volvieron a los negocios. 

-¿Esto se ve muy ridículo? - pregunté. 

-¿_____ Ludwig? Tiene que ser una broma. 

-Hagamos como si no estuviera aquí, ¿sí? - fingí una sonrisa. 

-¿Tienes lentes de contacto? - preguntó asombrado. 

-No - respondí - Los de contacto los uso para ir a la escuela. 

-Estás loca, eres hermosa - me dijo mirándome con sus ojos más celestes que el mar griego. 

-Gracias - me ruboricé y rápidamente me levanté de esa mesa.

El repentino comentario de Niall me había dado náuseas. Me dirigí a tomar aire. Atravesé el salón, me dirigí a la puerta trasera, y salí. Al fin me sentía libre. Me quedé mirando al cielo, recordando a esas dos personas que lo eran todo para mí. Dejé de pensar un poco, y me relajé, sentándome en un banco del patio del salón. Alguien interrumpió mi silencio luego de un rato.

-Me mandaron a buscarte - dijo el rubio sentándose a mi lado - Pero creo que era solo porque querían hablar de cosas de negocios.  

-Ah - respondí sin interés alguno. 

-¿Por qué saliste corriendo de la mesa? ¿Hice algo que te molestó? 

-No... simplemente no quiero que nadie se interese por mí.  

-Bueno, a mí me importas, y quiero ayudarte. 

-¿A qué? 

-A que dejes de hacer "eso" - dijo refiriéndose a mis cortes. 

-No lo dejaré, Niall. No intentes cambiarme. 

-Eso no es sano - me miró preocupado. 

-¿Por qué te preocupas por mí? ¿Qué tengo de especial? 

-No sé, eres diferente a las otras chicas... 

-Siempre fui así - mentí. 

-No es cierto. Harry me contó que antes no eras así. 

-¿HARRY? ¿ANTES DE QUÉ? - me alteré. 

-Hey, cálmate - me tranquilizó - Sólo me dijo que solían ser mejores amigos, y luego de algo que no me quiso decir, dejaste de hablarle a la gente, y me mostró fotos de ustedes dos juntos. 

-¿No dijo nada más que eso? 

-No, juro que no me dijo nada más. ¿Por qué preguntas? 

-Por nada - respondí. 

-¿Entramos? Hay comida - sonrió. 

-La verdad es que no me siento muy bien y creo que iré a decirle a mi padre que me voy a mi casa. No quiero estar más tiempo aquí. 

-Si quieres te acompaño. También quiero irme.

Entramos y no tengo idea de por qué no le dije que podía ir sola, pero simplemente no lo hice. Mi papá se opuso completamente a que yo me fuera del lugar y acordamos que una vez que pasara la primera tanda de baile, podía irme. Eso me dejó un poco más tranquila. Comí lo que habían servido, algo impaciente, y mientras tanto escuchaba la estúpida conversación hasta que hicieron la gran pregunta que había estado esperando que no hicieran. GENIAL, ahora Niall Horan, un completo desconocido sabría por qué soy así, y todo lo que sucedió.

-Sé que es doloroso, Andrew, pero nunca me contaste lo que pasó con Sharlene y Alexander.  

-Bueno, verán, un día muy tormentoso - comenzó mi padre. Podía notar que no sentía ni un poco de dolor al contarlo y eso me ponía muy nerviosa - Iban mi esposa y mi hijo en el auto, por la ruta, y nadie sabe bien lo que pasó pero se estima que ella perdió el control del auto, y bueno...  

-Perdón, no pienso quedarme aquí un segundo más - exploté. Mis ojos se habían llenado de lágrimas mientras el idiota de mi padre contaba eso. Quería ser fuerte, pero ya no soportaba esto - Un gusto encontrarme con ustedes.

Me saqué mis tacos, y corrí descalza por todo el salón hasta que salí. Cuando salí estaba lloviendo, y no me importó nada. Solo comencé a caminar debajo de la lluvia, con mis zapatos en la mano, tiré mis pulseras al piso para mirar mis cortes e intentar que eso me calmara, pero todo fue en vano, hasta que sentí que alguien corría detrás de mí. Rogué que no fuera mi padre, no podía enfrentarlo. No quería, en realidad. Todo en mí daba vueltas, y lo último que recuerdo es que me caí.

smile ➸ n.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora