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Se siente como si estuviera en la primera parte de una mala comedia romántica con lo cliché que se siente todo esto: el joven rico y la pobre chica hacen todo lo posible para lograrlo, pero a Ochako realmente le gusta .

Ambos se sienten más que un poco incómodos cuando comienzan a hablar, pero eventualmente, comienza a fluir.

Comienza cuando él le envía mensajes de buenos días todos los días y finalmente pasa a que ella le envíe mensajes a lo largo del día. Una vez que sus conversaciones llegan al punto en que enviar mensajes de texto se vuelve tedioso, Ochako hace un buen uso de su número y lo llama. Su voz es profunda, áspera y la atraviesa con un cuchillo a través de la mantequilla.

O tal vez más exactamente como una herramienta de corte calentada a una temperatura insondable que se desliza a través de un bloque de metal porque ... Mina tiene razón .

Ha pasado mucho tiempo desde que Ochako se dejó gustar a alguien tan profundamente como le estaba empezando a gustar Bakugou.

Su última relación fue con Midoriya en la licenciatura y terminaron en términos amistosos, pero desde entonces ella simplemente no había visto el sentido de dedicar tiempo y energía a otra persona. No cuando podría haber estado dedicando ese tiempo y energía a sí misma y a sus metas.

Pero Bakugou lo entiende.

Él está tan motivado por sus pasiones como ella por las de ella y cuando ella le cuenta sus planes después de la escuela de posgrado, él la estimula, aunque con un lenguaje colorido, pero al instante la apoya de todos modos. Él no sugiere ninguna opción de carrera más segura como lo hace su familia hasta el día de hoy ni le da garantías poco entusiastas sobre lo genial que es como solía ser Midoriya. Él reconoce que suena como un montón de trabajo y luego le dice que es mejor que se esfuerce al máximo para ser la mejor en eso.

Y prácticamente se detiene allí.

Hablan todos los días sobre lo que sea que le gusta, le dan consejos sobre sus fotos y le envían artículos de su colección. Él no le pide nada, nunca es inapropiado más allá de las pequeñas cosas coquetas que escribe a veces y que la hacen sonrojar.

Es agradable.

Realmente jodidamente extraño pero agradable de todos modos.

(Mina es insoportable con todo esto, pero eso es de esperar).

Continúa así durante dos meses hasta que le envía el body más bonito. Este es rosa bebé, su color favorito, y hermoso. Es una mezcla de algodón y satén que la deja sintiéndose sexy pero cómoda. Está tan enamorada del atuendo que alcanza su teléfono y Facetime sin pensarlo.

Ella está boquiabierta como un pez cuando él responde.

-¿mejillas?- Él le sonríe y ella está bastante segura de que su corazón se ha trasladado al fondo de su estómago. Ella no sabe qué decir, así que lo mira fijamente. -¿Tuviste un derrame cerebral?

-¡Gracias por el mono!

Ella básicamente le grita las palabras.

-De nada, bicho raro.- Arquea una ceja, coloca el teléfono contra algo para liberar sus manos. Lleva algo de encaje en la mano izquierda. -Esto fue un accidente, ¿no?

Ella suspira. -Sí.

-¿Estabas tan jodidamente emocionado?

Él le sonríe.

Ahora está cosiendo a mano. Puede ver el trasfondo de lo que supone que es su estudio. Ella puede ver las pilas de telas y maniquíes detrás de él y la cinta métrica que tiene colgando de sus hombros es un indicio.

-Me encanta de verdad.

-Lo haces, ¿eh?

Se muerde el labio inferior, mordisqueando la carne regordeta como si quisiera preguntarle algo.

Él nunca duda en preguntarle algo por lo general, así que ella frunce el ceño.

-¿Qué?

-¿Puedo verlo?- Véalo ... Oh . Sus ojos se agrandan. -¡Olvídalo! Joder, lo siento, no debería haber dicho eso. Dios, sueno como un pervertido-

-Sí." Ella suelta la palabra, interrumpiendo su disculpa. -Claro, quiero decir, sí.

Ella sabe lo que es esto.

Lo que podría significar decir que sí a esto.

Y ella realmente quiere seguir hablando con él como lo ha hecho, como si fuera un amigo, y una parte de ella está aterrorizada de que si sigue sus impulsos más básicos aquí, los dejará a ambos incómodos y raros.

Y luego boom - adiós amistad.

Pero también le encanta la forma en que él la mira cuando lo dice y se encuentra apoyando su teléfono contra el espejo del baño para que él pueda verla por completo. Ella está ajustando los tirantes del sujetador cuando lo oye respirar profundamente. Ella puede verlo mirándola, con los ojos recorriendo su cuerpo sin editar ni suavizar, mientras se para frente a su espejo maniobrando las muchas correas del exclusivo conjunto de lencería.

-Perfecto-, se inclina hacia adelante como si estuviera tratando de acercarse a ella incluso a través del teléfono. Ella puede ver sus ojos más claros ahora, el rojo ardiendo. -Mierda.

Habría pensado que dejar que alguien la viera así la habría hecho sonrojar desde los dedos de los pies hasta la cabeza, pero todo lo que puede hacer es sonreírle porque se siente poderosa.

Borracho por la expresión de su rostro mientras la mira fijamente.

-Sí-, se mira en el espejo y sonríe, se pone las correas de la ropa interior -es perfecto.

-Sí es usted. Joder, tu cuerpo está loco-. Si no gana nada más con su incursión en todo este asunto de Onlyfans, honestamente puede decir que nunca se ha sentido más segura que en este momento siendo elogiada por un hombre que hace lencería. Ajusta el teléfono. y por un momento todo lo que él puede ver son sus pechos ahuecados por el satén de las tazas. Ella lo observa por un segundo mirándola y finge no verlo tragar saliva al verlo. -Joder, Cheeks.

Ella sonríe.

Sí fue la respuesta correcta.

Ella se mueve hacia atrás, lo suficientemente lejos como para que todo su encuadre esté a la vista de la cámara.

Ella se vuelve lentamente, dándole una vista de la espalda.

Katsuki silba lentamente.

-Bueno, joder.

-Lo sé.- Ella dice. -Es muy bueno en su trabajo, Sr. Bakugou.

-Haces que mi trabajo sea más fácil con ese aspecto.

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