Capitulo 2

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Notó como una persona está ahí , algo me hace sentir la necesidad de escapar.

-Ya has despertado- Dice una voz femenina provocando que desvíe la mirada en dirección a la única puerta de la habitación donde veo a una chica entrar con una bandeja de comida en sus manos, no pronuncio ni una palabra, extrañamente desaparece mi anterior ansiedad pues la presencia de esa chica de abundante cabello marrón me deja tranquilo, no siento el llamado terror a pesar de no saber nada al respecto, permanezco como espectador y la joven se sienta en la cama junto a mi.

-Debes de tener hambre-Ella me ofrece la comida sin embargo algo me impide comerla, miro a la chica y luego una voz imponente interrumpe el momento.

-Dejalo Catrina, si no la acepta no lo obligues- Habló la persona del balcón acercándose dejando ver su fornida  figura y la profundidad de su mirada, por su aspecto deduzco que es unos cuantos años mayor que yo.

-Esta bien....-Catrina toma la comida y sale de la habitación dejándome solo con aquel misterioso muchacho.
Él solo me observa, parece tratar de intimidarme pero no sé lo permitiré por lo cual levanto la mirada siendo esta capturada por sus ojos negros, nos miramos mutuamente, tal vez ambos tratamos de leer al otro o de buscar posibles debilidades pero es inútil...al menos para mí así que decido romper el silencio.

-¿Cuál es la razón para que yo esté aquí?
-Te encontré en una madriguera,al inicio creí que estabas muerto pero luego comenzaste a moverte y gracias a qué mi hermana me acompañaba no me quedo más opción que traerte con nosotros...-Habló con molestia mientras se acercaba más y más a dónde yo estaba.
-Esperó te quede claro que vivirás hasta que ella se cansé de ti y que no me importa tu asqueroso ser, serás su mascota y si no comes cuando ella te lo diga no lo harás hasta que ella lo recuerde-Dice él mirándome con seriedad estando a solo un par de centímetros de mí.
Supongo que ahora soy menos libre que antes...salí de una jaula para entrar en otra más pequeña, valla suerte que tengo.

Mi terquedad se hace presente por lo cual sin pensar digo -Lo siento, eso no es para mí, así que...me marcharé ahora.
Me levanto pero con un solo movimiento el joven me lanza de vuelta a la cama como si yo fuese un peluche.
-¡¿Acaso no has comprendido? Vas a estar aquí te guste o no mascota!.
-¡¡No seré tú estúpida mascota ni la de tu mugrosa hermah!!-.
No termino de gritar cuando mi captor levanta su mano mientras me mira con rabia preparado para golpearme dejando que está se mueva rápidamente en dirección a mi rostro.

Jabón sobre pinturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora