capitulo 5.

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Bastián esta sumamente cerca de mis labios, por alguna razón creo que me besara así que no lo reprocho, de alguna forma quiero que lo haga así que lo veo a los ojos, mis mejillas arden cual llama del sol, él acaricia mi mejilla, su mano es suave al tacto pero fría como la lluvia.
-Sera mejor que duermas.
Dice Bastián para luego alejarse dejando me sin mi beso, él se acuesta al lado mío y me toma para recostarme sobre su tonificado pecho y cubrir a ambos con las mantas.
-Ahora duerme mascota.
Creo que Bastián sigue siendo Bastián.

El sol entra abruptamente a la habitación, no quiero levantarme...estoy muy agusto aquí.
-Mascota, ya levantate de mi pecho- Dice de manera molesta la voz de Bastián cosa que provoca que me levante enseguida dejando mi comodidad de lado, pero no puedo levantarme bien así que mis piernas quedan a los costados de la cadera de mi captor y mis nalgas sobre su regazo, esto es incomodo posiblemente para ambos.
-Buenos días Hermano y bueno....
Volteo y veo a Catrina en el marco de la puerta, ella nos mira atenta, me siento algo extraño.
-Hola Catrina- Respondo y trago saliva, no se como reaccionará ella y la verdad me aterra más por lo que paso el día de ayer.
-¿Catrina tienes la llave? Sin ella tu mascota seguirá sobre mí ¿sabes?.
-A...si.
Me siento aliviado, seguramente Catrina me habría herido o hecho algo pues su mirada sigue siendo de molestia a pesar de que su voz muestre dulzura.

Jabón sobre pinturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora