El reloj de mi muñeca marcaba las 18:25 de la tarde, solo me faltaban 35 minutos para acabar mi jornada de trabajo y estas fichas de mis pacientes de la sala se me estaban haciendo eternas.
- ¿Con ganas de acabar ya tú turno? –me pregunto mi nuevo compañero de trabajo, Axel.
- Pues... sí, para que te voy a engañar. -le sonreí, había dado en el clavo.
Axel era auxiliar de mi sala de cardiología, era un chico de 28 años, castaño con los ojos marrones. Fue uno de los primeros compañeros que entablo conversación conmigo y el que me explico un poco las funciones del hospital. Axel había estado trabajando en este hospital des de que se saco el ciclo de auxiliar hace 11 años, así que le agradecí que fuera a hablar conmigo. Mucha gente que tenía más edad que nosotros no les hizo mucha ilusión que la nueva enfermera de cardiología fuera una chica "casi" recién salida de la universidad y ni que contar las enfermera que llevaban tiempo esperando la plaza que yo les "arrebate" como en alguna ocasión he tenido que oír en los vestuarios.
- Axel, Grace. ¿Qué haréis este fin de semana? – pregunto Brooke, que venía de supervisar las habitaciones de nuestros pacientes.
- Supongo que salir con unos amigos, ya sabes a tomar algo. –contesto Axel.
- ¿Y tú Grace? –me pregunto Brooke con su típica sonrisa.
- ¿Es una pregunta con trampa verdad?- le sonreí como respuesta, quitando de visto los papeles.
- No. –se empezó a reír y yo con ella.
- ¡Aix es verdad! –exclamo Axel.- Si tenemos a una mujer hecha y derecha, con una grandísima y pequeña responsabilidad. –sonrió Axel mientras se giraba para que viera su gran sonrisa.
- No te pases. –le conteste riéndome mientras le apuntaba con mi bolígrafo.
- Jo, que aburridos sois. –nos dijo Brooke, mientras apoyaba su brazo en el mostrador y su mano en la mandíbula.
- A ver, sorpréndenos pequeña Brooke. – le dije.- ¿Qué aras este fin de semana?
- Iré este sábado a la discoteca Media Luna con unas amigas. –nos dijo feliz.
Brooke era la más joven de la plantilla, tenia cumplido sus 19 añitos hechos este jueves, así que era de esperar que fuera a celebrarlo con sus amigas, aun que creo que para ella no hay un sábado que tenga festivo que no salga de fiesta. Por esa parte la envidiaba, se veía tan joven, con energía y con ganas de fiesta y no parar. No me quiero llamar ya mayor, eso sería muy tonto por mi parte, solo tengo 25 años, pero en estos 25 años creo que ahora mismo tengo demasiadas responsabilidades y no estar perdiendo el tiempo en cosas que ya hice en su momento.
No tuvimos más tiempo para poder hablar porque los timbres empezaron a sonar. Axel y Brooke se fueron a atenderlos, mientras yo daba mis últimos apuntes de mis enfermos y dejaba preparado las visitas de la semana que viene en el ordenador.
Ya eran las 19:00 así que guarde todo y les deje una nota a Axel y Brooke en el ordenador.
"Que paséis un finde lleno de bailes y de cervezas, hasta el lunes :)"
Ellos hasta las diez de la noche no acababan su turno y aun seguían ocupados con los timbres que habían sonado.
Yendo para los vestuarios note la vibración de mi móvil haciéndome saber que tenía un mensaje nuevo, lo saque de mi bolsillo de mi uniforme. Era un mensaje de mi amiga Cat.
"Sé que te prometí que estaríamos en casa a las 19:30, pero nos lo estamos pasando muy bien y como aun hace buen tiempo nos quedaremos un poco más. ¿Te importa?"
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Alfa
Hombres LoboGrace ha tenido que madurar muy rápido ya que su circunstancia no le permitía otra cosa. Dejar todo atrás para poder empezar de cero. Cambiar de ciudad. Es todo lo que tiene que hacer para ser feliz. Pero una noche, volviendo del trabajo, todo cambi...