Heridas que sanan y se vuelven cicatrices

Capitulo 1

Encuentro

En la oscuridad donde predominaba el silencio y la luna brillaba a lo lejos, la vio, ahí parada, mirando a la nada, el viento que bailaba al son de la luna calaba en sus ojos hasta hacerlos lagrimear y aún así nunca apartó su mirada de la persona que se encontraba en aquel puente, contemplaba la vida misma, estática, dejando que el silencio y el aire llenara su alma por una última vez, con ello en un parpadeo se desvaneció, el sonido del agua hizo eco, dejando al cielo y a la luna ser testigos. Sin pensarlo la siguió.
El agua fría se apoderó de su cuerpo. El aire le falto. La oscuridad la abrazo. Y la esperanza se perdió. Y entonces cayó al inmenso Azul que habitaba por debajo del cielo, sumergiéndose en aquel mar de penas.
Antes de cerrar sus ojos lo vio, vio la oscuridad ser penetrada por la luz de la luna acompañada por una persona que con serenidad, acercándose a ella, sonrió, una sonrisa a la que adornaban dos hermosas cicatrices, para después todo volverse negro.

Con fuerza tomó su brazo e intentando salir del agua nado hacía lo que la luna indicaba como camino, sin importarle nada más. Tomo a la chica y con cuidado recostó su frío cuerpo en la arena, la poca luz que había iluminó su semblante y él solo pudo contemplar cada detalle que habitaba en el rostro de la contraria, observó detenidamente los pequeños lunares que lo adornaban, las manchas rojizas en sus mejillas, sus pequeñas pestañas, su nariz tan pequeña y perfecta, recorrió hasta el mínimo detalle para al final terminar en sus labios, vio aquello labios secos, diminutos, levemente separados y llenos de heridas.
Adorable. Pensó. Tomando sus cortos cabellos de color negro, juntó ambas bocas para así proporcionar aire a quien yacía en la arena, presionó su pecho y con ello, habiéndose asegurado de realizar correctamente la acción, levemente levantó su cuerpo para así la contraria expulsará el agua que se había adentrado en sus pulmones.
Palmeó con cuidado su espalda, con calma y repetidas veces hasta asegurarse que la chica se encontrará bien, la miro y observo cómo está se reincorporaba devolviéndole la mirada para luego tumbarse en la arena, acción que hizo sonreír al chico.
-¿te encuentras bien?- pronunció primero el chico intentado sacar el agua de sus ropas.
-Mejor que nunca- contestó la contraria en un leve susurro detonando cierta ironía en su respuesta-gracias -.
-.... Y, ¿se sintió bien el chapuzón?...- pregunto para luego extender su mano y ayudarla a ponerse de pie- ...si duermes con el pelo húmedo te puedes enfermar- continuó .
-hubo mejores- dijo la peli negra aceptando su mano, estando ambos de pie, cosa que hizo notar su altura parecida al chico de cicatrices, pudo observar de nuevo ese rostro tan peculiar, cara a cara, con los ojos de la contraria observándolo- y en definitiva no pensaba dormir hoy- siguió, sin soltar la mano contraria.
-soy sanzu...- comentó haciendo una pausa al observar aquellos brazos llenos de cicatrices y lo que perecían ser heridas recientes-...Sanzu Haruchiyo- continuó dándole una sonrisa.
-...Yaayan- pronunció, observando al contrario de ojos color azul como el cielo nocturno los cuales se encontraban perdidos, vagando de un lado al otro, su esclerótica* notoriamente rojiza y pupilas dilatadas, observando aquellas cicatrices que adornaban su atractiva cara acompañar su linda sonrisa- ...lindas cicatrices- dijo más para sí misma que para el contrario, "cálido" era la palabra para describir el toque que le brindaba el contrario, a pesar de estar helada a causa del frío y por haber saltado al agua, su corazón se sentía cálido.
Adorable. Pensó el una vez más al notar que la chica seguía tomando su mano con fuerza.
Y con aquel pensamiento de sus labios salió un "..gracias" ante el cumplido con un tono suave y tímido, agradeció no tener su mascarilla en ese momento.
Aquella noche inundada por el silencio fue remplazada por los latidos de ambos corazones agitados y así con la luna como su testigo, se dio un encuentro que marcaría cada una de sus vidas, de formas que van más allá de la beneficencia y el dolor. El viento sopló una vez más para ambas almas vagabundas de amor.

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*esclerótica: parte blanca del ojito :)
ni en pedo q acabo de escribir pero sanzu soft es mi debilidad en mi rd, al fin resultó útil mis años de fingir ser hetero I win:)