Capitulo 3

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Entreabri los ojos causando que vuelva a cerrarlos de golpe por la luz del foco, vi mejor el techo y este era de color azul con blanco, volte de lado lentamente para así ver a mi hermano acostado en la cama durmiendo, tranquilamente

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Entreabri los ojos causando que vuelva a cerrarlos de golpe por la luz del foco, vi mejor el techo y este era de color azul con blanco, volte de lado lentamente para así ver a mi hermano acostado en la cama durmiendo, tranquilamente. Su mano estaba entrelazada con la mía. Mi mirada paso donde su ojo que tenía una venda, al lado de su rostro tenía un parche y un par de curitas, su mano estaba igual vendada.

Cierto.

Se me olvido por completo la pelea de ayer, ¿cuánto tiempo estuve así?.....

Mi mirada paso donde mi brazo que está enyesado. Siento una venda en mi cabeza, estoy segura que tengo un par de curitas por todo mi rostro.

Ahora serás mi perra.

Abro los ojos al recordar las palabras del rubio. No, no puede ser.

No es nada bueno ser la perra de alguien, un apodo de los pandilleros. Ser perra de uno es que siempre lo sigas atrás de el que hagas caso a todo lo que te pide, si es que el quiere que le traigas un refresco con tu propio dinero lo harás sin reproches o sino el mismo te golpearía, puede pedir cosas más peores.

Eso es una perra entre pandilleros.

Mi burbuja se explota al ver como mi hermano adormilado abre los ojos para asi verme y sus ojos comiencen a brillar.

—¡despertaste, si, despertaste!.— exclama emocionado abrazándome con fuerza causando que truene mi espalda y me queje de dolor en alto.—¡lo siento, lo siento se me olvido por completo!.— balbucea nervioso el pelirosado

—¿cuanto tiempo estado aquí?.— susurro viendo a mi hermano este me sonríe

—llevas dos días aquí no te preocupes, tomaste un fuerte descanso. Hiko y yo salimos ayer solo ya sabes precauciones y cosas así.— mueve sus hombros Saki restamdole importancia.— Fuiste la más golpeada de los tres si que eres fuerte pero ten más cuidado ok.— aprieta mi mano, veo un semblante serio en el, algo raro en el chico le sonrio intentando calmarlo.

—No te preocupes hermano.— sonrio alegre al contrario y este me devuelve la sonrisa.

Abren la puerta del cuarto para así podamos ver a mi amigo castaño que traía una mochila, una sonrisa sale de su rostro y la emoción lo invade.

—¡_______ por fin despiertas en verdad, en verdad, me tenias preocupado!.— exclama alegre Hiko abrazandome con fuerza causando que me queje de dolor por eso.— ay, lo siento lo olvide.— ríe este nervioso para después quitarse su mochila.— te traje ropa pase a su casa y bueno tu hermano no se despegó de ti estos días fue un escándalo cuando el despertó y quería verte cuando ni siquiera lo habían atendido.— ríe señalando a su amigo

Volteo a ver a mi hermano y este esta sonrojado.

—No le creas, la golpiza que le dieron lo hizo quedar más estupido de lo normal.— ríe alegre Sika causando que ria por los dos.

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