La cita

1K 84 1
                                    

Las chicas la habían despertado muy temprano, cuando llegaron se instalaron en su habitación convirtiéndola en un salón de belleza, buscaron en el baúl la ropa perfecta para la cita.

— Tienes que apresúrate — exigió Ginny saltando de la emoción — Un paso más cerca para que te conviertas oficialmente en una Weasley

— No lo creó, es solo una cita — respondió con dulzura a la pelirroja — No la boda

— Por algo se empieza — comento Lisa emocionada arreglandole el peinado

— No la estés ilusionando — le reclamo Elizabeth divertida

Bajo a los terrenos del castillo y Charlie ya la estaba esperando recargado en el coche de su padre y con un ramo de flores enorme, eran unas hermosas rosas rojas con muchos girasoles a su alrededor.

— Sí mi memoria no me falla, que no lo hace, ambas son tus favoritas desde niña, no me decidía por cual así que te compre las dos — dijo entregándole las flores y dejando un casto beso en su mejilla

— Gracias, no tenías porque molestarte, son muy hermosas — dijo mientras apreciaba el ramo — Pero no recuerdo haberte dicho cuales eran mis flores favoritas ni siquiera de niños

— No era necesario, soy muy observador — ambos subieron al coche y se pusieron el cinturón de seguridad — Por eso estuve haciendo una exhaustiva investigación para saber si tus gustos habían cambiado, los cuales gratamente no lo han hecho

— Posiblemente con el paso del tiempo hayas olvidado alguno que otro  — sugirió sonriendo y moviendo las cejas de arriba a abajo, gesto que hizo reír al pelirrojo

La risa varonil de él estaba causando estragos en la castaña.

— Imposible, nunca olvidaría algo relacionado contigo — habló haciendo la voz más grave — Jamás vuelvas a insinuar eso

El corazón de Elizabeth latió con fuerza y ella trato con todas sus fuerzas de no verse afectada por las palabras del joven draconólogo.

— ¿A donde me vas a llevar? — pregunto cambiando el rumbo de la conversación

Charlie se mordió el labio divertido ante la los movimientos de la chica.

— La primera parada serán las "tres escobas" — a ambos les llego un recuerdo respecto a ese lugar

Una navidad en las tres escobas, muchas botellas de Whisky de fuego y un beso lleno de necesidad el uno por el otro, apareció en sus mentes. Beso que mantuvieron en secreto.

Solo respondió con un asentimiento de cabeza, llegaron a las tres escobas y por suerte no había muchos clientes.

— Dos cervezas de mantequilla con extra de gengibre, por favor — pidió el pelirrojo a Madame Rosmerta

— Gengibre — murmuro sonriendo y frotando sus manos a la espera de la bebida

— ¿Recuerdas cuando decorabamos casitas de gengibre cada navidad? —  la pregunta descolocó un poco a la muchacha

— Sí, me encantaba hacerlas y luego decorarlas — el recuerdo surco la mente de ambos — Ni a mis hermanos ni a los tuyos les gustaba ayudar a decorar, preferían solo comerselo...pero tú siempre los obligabas a ayudarme

Elizabeth ScamanderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora