THE MAZE RUNNER [KooKmin]

6.- Penitente

- ¿No fuiste tú? —gruñó, acercándose despacio hasta quedar frente a él—. ¿Entonces cómo sabes que hubo algo que no hiciste?

Jungkook no respondió.

- ¿Te crees que soy idiota, Nuevito? —le dijo con ferocidad—. Vi la cara regordeta de Jimin en la ventana —y señaló con el dedo hacia el pecho de Jungkook — Una broma más como ésa, y no me importa que sea idea tuya o no, va a correr sangre. ¿Me captas?

Antes de que pudiera contestar, Taemin ya se estaba alejando. Lo único que Jungkook quería era tomar a Jimin de las mejillas y besarlo.

- Perdón —masculló con una mueca de disgusto por lo tonta que había sonado la disculpa.

- Yo te conozco —agregó Taemin, sin mirar atrás—. Te vi un sueño mio, no lo tome importancia pero ahora que estas aquí voy a averiguar quién eres. -

Observó que el matón desaparecía dentro de la Finca. No podía recordar demasiado, pero algo le decía que nunca alguien le había desagradado tanto. Estaba sorprendido de cuánto odiaba a ese tipo. Realmente lo detestaba. Cuando dio media vuelta para irse, se encontró con Jimin, que miraba fijamente al piso, avergonzado.

''Hermoso, tierno, besarlo'' pensó.

- Lo siento casi te meto en problemas, aunque si Taemin me hubiera pillado, nada hubiera impedido que nos agarremos a golpes, y lo hubiera disfrutado. -

Entonces Jungkook rio, lo cual lo dejó totalmente asombrado. Una hora antes, hubiera jurado que nunca más escucharía semejante sonido salir de su boca, el pelinegro tenía una mirada sombria cuando Taemin lo enfrento.

Jimin lo observó atentamente e hizo una mueca incómoda.

- ¿Qué? – dijo cuándo el pelinegro lo quedo observando.

Jungkook se acercó a el de forma lenta y acaricio su mejilla, Jimin parpadeo varias veces sorprendido por lo que el más alto estaba haciendo, y sin previo aviso Jungkook lo beso, lo que hizo que abriera grande los ojos.

Pero de igual forma respondió el beso.

- No lo lamentes. El... larcho se lo merecía, y eso que ni siquiera sé todavía qué es un larcho. Estuvo increíble. — Jimin De pronto se sintió mucho mejor.

Jungkook lo volvió a besar, no habian hablado respoecto a sus acciones simplemente lo hacían, no querían arruinar el momento con preguntas o dudas, solo querían disfrutar de estos nuevos sentimientos y sensaciones que sentían.

Un par de horas después, estaba acostado en una bolsa de dormir al lado de Jungkook , sobre una cama de hierba cercana a los jardines. Era un vasto terreno con césped que él no había notado antes, y muchos del grupo lo utilizaban como lugar para pasar la noche. Pensó que eso era extraño, pero parecía que no había espacio suficiente dentro de la chosa . Al menos estaba cálido, lo cual hizo que se preguntara por millonésima vez

Dónde se encontraban. A su mente le resultaba muy difícil recordar nombres de lugares, países, gobernantes o cómo era la estructura del mundo. Ninguno de los Habitantes tenía la menor idea; y si la tenían, no estaban dispuestos a compartirla.

Se quedó allí echado en silencio, mirando las estrellas, arrullado por el suave murmullo de las conversaciones que se escuchaban por el Área. El sueño estaba a kilómetros de distancia y no podía sacarse de encima la desesperanza que consumía su cuerpo y su mente. La alegría pasajera de la broma se había desvanecido. Había sido un día extraño e interminable.