9.- Voy a Protegerte

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Los muros se cerraron con fuerza detrás de él. Pudo oír el eco del estruendo, como una carcajada enloquecida resonando por las paredes cubiertas de enredadera.

Durante varios segundos, Jungkook sintió que el mundo se había congelado. Un gran silencio siguió al trueno de la Puerta y un velo de oscuridad cubrió el cielo, como si hasta el sol hubiera huido temeroso ante lo que acechaba dentro del Laberinto. Las últimas luces del crepúsculo se habían apagado y los muros colosales parecían enormes tumbas en un abandonado cementerio de gigantes. Se recostó contra la roca, abrumado por lo que acababa de hacer y aterrorizado ante las posibles consecuencias.

Un quejido agudo de Alby lo hicieron volver a la realidad. Se separó de la pared y corrió hacia ellos.

Jimin estaba en el suelo, y Jungkook corrió hacia él y lo levanto.

- Jimin... - El nombrado negó con la cabeza mientras trataba de regular su respiración pero, aun en la semioscuridad, su aspecto era horrible: sudoroso, sucio, lleno de rasguños. Alby estaba en el piso y lucía mucho peor, con sus ropas desgarradas y los brazos cubiertos de cortadas y moretones. Le corrió un escalofrío. ¿Acaso habría sido atacado por un Penitente?

- Gran trabajo, fue suicidio lo que hiciste. – Dijo el rubio.

Jimin se alejó de Jungkook y se apoyó en el muro.

- Nuevito —dijo Jimin, con voz seca y Jungkook se sorprendió por el tono y actitud del más bajo. —, si piensas que fuiste valiente al venir acá, vas a tener que escucharme. Eres el garlopo más miertero que conozco. Ya estás muerto, igual que nosotros. -

- No podía quedarme ahí sentado y abandonarlos a ustedes aquí. – Lo que Jungkook no sabía era que dentro del laberinto Jimin era otra persona, hasta tal punto de desconocerse y peor ahora que Ben había muerto.

El laberinto te cambiaba y para sobrevivir tenías que convertirte en una amenaza samas y no una víctima de él. Por eso Jimin era el líder de los corredores pero hasta las torres más altas caen.

- ¿Y de qué nos sirves a nosotros? —Prosiguió, con una mueca de irritación—. Como quieras, novato. Rompe la Regla Número Uno, mátate, no me importa. –

- No hagas eso Jimin, sabes porque entre. No hagas eso, ayer... -

- Calla. – Lo Interrumpio Jimin.

Jimin dibujó una sonrisa forzada; luego se volvió a arrodillar junto a Alby. Jungkook lo observó atentamente y se dio cuenta de lo mal que estaban las cosas. El líder parecía estar al borde de la muerte. Su piel oscura estaba perdiendo el color velozmente y su respiración era rápida y poco profunda.

La desesperanza se apoderó de él.

- ¿Qué? – Dijo con descaro Jimin cuando el pelinegro lo miro con el ceño fruncido.

- ¿Que le paso? – dijo Jungkook acercándose a Alby.

- Que parece, lo picaron... Digamos que los Penitentes saben hacerse los muertos muy bien.- Dijo Jimin bajo.

Esa afirmación lo tomó de sorpresa.

- ¿Que le paso en la cabeza? –

- Hice lo que tenía que hacer. – Jungkook miro a Jimin y este desvió la mirada.

Un rugido, y ambos se tensaron.

- Entonces, lo... picaron? ¿Lo pincharon? Como sea. ¿Está pasando por la Transformación? –

- Si novato ya lo dije, Te queda mucho por aprender —fue su única respuesta.

''Yo también tengo mucho que aprender'' pensó Jimin.

THE MAZE RUNNER [KooKmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora