Capitulo 2: Jack Frost

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Estaba aterrada. Mi corazón se aceleraba con cada paso que daba. Por suerte, mi padre confiaba en mi como para dejarme ir caminando sola. Ultimamente había estado muy sola y lo peor, es que seguía sin averiguar mucho sobre mi.

Desgraciadamente, Emily Schatz no tenía un diario, ni un celular. Mi padre me dijo que seguramente lo había perdido en el accidente. Dios, esto es una tortura.

Todo se me estaba haciendo eterno. No había mucha gente, había arboles, perfectamente cuidados y distribuidos por las calles, había casas parecidas a la mía, coches, nada del otro mundo.

Cada vez estaba mas cerca. Del otro lado de la calle habían cinco chicos riendo. Todos de mas o menos mi edad. Dos de ellos eran algo así como gemelos: tenían ojos cafés y la piel bronceada, otro era rubio de ojos verdes y traía un gorro, otro tenía el pelo color café y ojos cuyo color no pude descifrar... grises tal vez, el último era pelirrojo y tenía ojos azules.
No puedo negarlo, eran lindos y estaban en excelente forma, y ... el rubio tenía una bonita sonrisa. Ok ya.

Me concentré en seguir caminando y en no dejar que me intimidaran, si es que al menos lo pretendían. La Emily Schatz antes del accidente era segura, por lo que tenía entendido.

Y ahí estaba la escuela.

Pasé a la puerta principal en donde estaba un chico recargado en la pared, cruzado de brazos, con pelo blanco, ojos azules/verdes y piel blanca. Tenía una perforación en el labio y se veía realmente fastidiado.

-¿Schatz?- asentí con la cabeza. -Bienvenida a esta escuela, bla bla bla, estudia, bla bla bla yo te enseñaré la escuela y sus instalaciones, bla bla bla, me llamo Chris- Dios, Chris tenía la peor actitud del mundo. Comenzó a caminar lentamente.

-¿Que? ¿No vas a venir?- asentí con la cabeza y caminé al lado de el siguiéndole el paso. Este iba a ser un largo día.

Chris me enseñó la cafeteria, el gimnasio, algunas clases y los baños, pero aún faltaban mas cosas.

-¿Preguntas?

-¿Porque tienes el pelo blanco?- me atreví a preguntar, sin esperar mucho. Fijó sus ojos en mi sin hacer ninguna expresión. Desde que lo vi no había ningún indicio de tristeza, o felicidad, o emoción, o incomodidad, o algo, en el. Nada mas que fastidio, que era casi imperceptible.

-Porque soy Jack Frost.

-Hablo en serio

-Perdí una apuesta.- me conformé con eso, seguramente lo notó.

-¿Otra pregunta?... Bien no tienes ninguna pregunta, te enseñaré todo de nuevo para perder Historia-

-Espera- volvió a fijar sus ojos en mi. Era extraño cuando hacía eso, sus ojos eran como dos zafiros, zafiros que se fijaban en cualquier mínimo detalle.-¿Porque estas haciendo esto?- suspiró con cansancio.

-Digamos que es un castigo de parte de la directora delgada.- dijo con sarcasmo, sonrió de lado, fue una sonrisa casi imperceptible. La directora era una bola de grasa. Sonreí también.

-Bien, ya casi es hora de que te alimentes, ya sabes donde está la cafetería.

La campana sonó indicando la hora del almuerzo.

-¿Cafetería? ¿Con quien voy a estar? Espera... estaré sola, Chris no me dejes- lo abracé con fuerza como una niña pequeña. Chris se mostró indiferente a mi repentino abrazo hasta un par de segundos mas tarde cuando correspondió ligeramente. Lo solté.

-¿y que quieres que haga?

-!Lo que sea! No quiero estar sola

-Bien.- Chris me tomó de la mano y me adentró al lugar lleno de personas. Por suerte, pasamos desapercibidos entre ellos,o la mayor parte de ellos. Sentí pánico. Me llevó hasta una mesa en la que estaban unos chicos poco apuestos con lentes y camisas perfectamente planchadas. Mejor conocidos como "nerds".

-Ella es Emily, es nueva ¿Puede estar con ustedes?...Bien, gracias, Adiós- soltó mi mano y me dejó en la mesa sin esperar la respuesta de los demás.

-¡Chris!- corrí hacia él. Que se había alejado al menos 10 pasos. Los chicos de lentes me miraban de forma extraña, no me importó.

-¿Que?- preguntó haciéndose el inocente.

-¿Con quien estarás tú?- volteó los ojos. En verdad estaba fastidiado.

-Con ellos- señaló una mesa en la que estaban unos chicos. No chicos normales, chicos de esos a los que nadie se les acercaría, de esos a los que nadie les hablaría por miedo a que su respuesta fuera un insulto, o un golpe. -¿Quieres estar con nosotros? Puedes hacerlo, pero te advierto que son peores que yo, decídete.- sonrió de forma malvada y de cruzó de brazos con mirada retadora.

PARADISE| Pt. 1| Chris Collier y otros idiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora