Tokyo revengers/One Shot's

~Nahoya kawata~

Resumen:
Mientras estudias la universidad trabajas en un minisuper por las tardes, tu madre te había conseguido el trabajo ya que era amiga de la jefa, por primera vez  te pide un cambio de turno por emergencia.

⚠️+18⚠️

                                      ▪︎|▪︎

9:30 pm

Había salido de bañarme, me dirigía a mi closet a buscar algo de ropa limpia para dormir, apague las luces y me recoste en mi cama mirando al techo, procedí a poner mis notificaciones en silencio, odiaba que me molestaran cuando estaba dormida, antes de poder hacerlo recibí una notificación era mi jefa.

/mensajes/

Hola T/n buenas noches, una disculpa por la hora, el compañero de kawata tuvo una emergencia ¿podrías cubrirlo? Se te dará una comisión extra.

                                                                  Ok.

Sabia que era un favor pero realmente no quería hacerlo, kawata era muy ruidoso e incoherente todo el tiempo o eso es lo que parecía, de igual forma sabia que me dormiría tarde perdiendo el tiempo en alguna red social así que acepte.

Tenia poco tiempo para llegar, el lugar estaba a un par de cuadras asi que iría caminando o tal vez corriendo, me puse una sudadera arriba de la blusa de tirantes que usaba para dormir y unas mallas deportivas.

Salí lo más rápido que pude para llegar temprano, me parecía tonto que hubiera un turno nocturno ¿cuántas personas van a un mini súper por las noches?

                                    ▪︎|▪︎

No había mucho trabajo, después de todo el lugar estaba vacío, kawata estaba en la habitación de las cámaras mientras yo corroboraba y cambiaba los precios de algunos objetos.

—mayonesa en bajas calorías— Realmente había gente que compraba estos productos— revise la lista de precios y este no venía—Maldición, tendré que preguntarle a nahoya.
 
                           [ Nahoya]

Cuando vi llegar a T/n enseguida supe que no debía hablar muchos con ella, era tan seria, sabía que se enojaria con facilidad si la molestó un poco, quería evitarme discutir con ella.

Sin embargo no pude evitar notar las marcadas protuberancias que se veían en su delgada sudadera.

No quería incomodarla así que me dirigí a la sala de cámaras que había en el lugar, pero no podía dejar de pensar en su busto de buen tamaño.

                                 [T/n]

Me dirigí al cuarto de cámaras para ver si ahí estaba el listado completo de preciosos, antes de abrir la puerta escuche un par de sonidos extraños, sin más la abri.

—Oi, el precio de......— kawata estaba sentado en la silla giratoria de espaldas, solo vi como tomaba un cojín que había en la mesa para colocarlo en su pelvis y darle vuelta a la silla quedando frente a mi.

—Si?— Respondió nervioso.

—Algunos precios no vienen en las listas.

—Busca en ese cajón— Señalo el segundo de una cajonera alta.

—¿En cual?

—En el segundo, esta en una de las carpetas.

—No se en cual de todas— Si sabia en cual de todas, no era tonta, me había dado cuenta de lo que kawata estaba haciendo, había decidido molestarlo un poco.

Se dio la vuelta nuevamente, escuche como subio el cierre de su pantalón rápidamente y se levanto para buscar la dichosa carpeta, su pantalón pedía ayuda a gritos.

—al carajo, la noche será muy larga y estoy aburrida—Pensé.

—hace mucho calor ¿no crees?—dije sentandome en la silla y bajando el cierre de mi sudadera sin quitármela.

Nahoya sonrió de lado y se dirigió hacia la silla donde yo estaba colocando sus manos en ambos brazos de esta quedando frente a frente.

—no podre ayudarte, parece que no encontré la lista de precios— dijo en un tono bromista.

—No creo ser yo quien necesite ayuda en estos momentos— kawata sonrió, había entendido perfectamente a que me refería.

Me agarro del mentón y me besó desesperadamente, era un poco rápido pero podía seguirle el ritmo, unos minutos después sentí la presión de su miembro contra uno de mis muslos, lo moví un poco para subir la intensidad, escuche un gruñido de su parte y se separo de mis labios.

Desabrocho su pantalón y bajo sus boxers, su erección era bastante grande, tome su miembro y di una lenta lamida por su glande y su extensión, repeti esto un par de veces, quería desesperarlo y al parecer lo había logrado, metí una parte de el en mi boca, pude ver como nahoya tiraba su cabeza hacia atrás, hasta que ya no pudo más.

Saco su miembro de mi boca y me ayudó a pararme al mismo tiempo que me recargaba contra la pared, apenas y había reaccionado a sus movimientos, alzo uno de mis muslos colocándolo en su cadera, procedió a bajar mis mayas, hizo mis bragas a un lado y metió dos de sus dedos humedeciendo se al instante con mis líquidos, los froto por mis pliegues, con su otra mano quitó mi sudadera y mi blusa de dormir lansandolas por ahí.

Apretó uno de mis senos y lamió el otro, se sentía muy bien, empecé a jadear tapando mi boca con mis manos al instante, Nahoya dejó lo que estaba haciendo y volteo a verme, sonrió de lado y empezó a besar mi cuello agarrando mi cintura y moviendo sus dedos más rápido.

—no tapes tu preciosa boquita, quiero escuchar todos los gemidos que salgan de ella— Jadeo, su voz se había tornado ronca pero lo digo en un tono relajado, lo cual era todavía más excitante.

Saco sus dedos y se colocó un preservativo, estaba listo para destrozarme por completo.

—Deberas pedir que te cubran mañana, ya que no podrás caminar después de esto— Reí ante su comentario.

Lo introdujo en mi de una estocada, estaba muy húmeda, lo único que sentia era placer, me importaba poco si había clientes fuera, yo estaba en el jodido cielo.

Sus jadeos y los míos se unían en una hermosa sinfonía que se escuchaba por toda la habitación, mis paredes empezaban a cerrarse al rededor de kawata indicando mi orgasmo.

—Kawata... voy~a....

-Hazlo nena, correte~para mi— dijo agitado

Sin esperar más mi orgasmo se hizo presente seguido de el suyo, sentía que no podía caminar por la posición en la que estaba, nahoya me ayudo a sentarme en la silla y me paso mi blusa y sudadera, se quitó el preservativo y lo tiró en el bote de basura que había ahí.

—Debo admitir que me parecías amargada, pero después de hoy ya no tanto— Sonrio mostrando los dientes.

—Cállate— reí ante su comentario.

Tenias que admitir que nahoya no lo había echo mal, tal vez después de hoy el ya no te parezca más molesto incluso no te importaría volver a cubrir un turno nocturno.