3. DULCES CALABAZAS🎃

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Capítulo 3.

Leah.

Cuando tomo su mano él me acerca a su cuerpo pegando mi espalda a su pecho y me cubre los ojos con una de sus manos.

‐ Confía en mi – pide y asiento, es lo único que me queda ‐ Da un paso al frente conmigo, ahora.

Lo hago al tiempo que siento su pie moverse detrás de mi y de inmediato siento que estoy por caer pero el me sostiene antes de que eso suceda lo siento atraparme tomándome en sus brazos lo que hace que abra los ojos.

Al hacerlo me encuentro con que ya no estamos en la cocina de mi hogar, me sorprendí enormemente cuando me di cuenta de que ahora estamos en Francia, pero estábamos muy alto, por lo que vi debajo de nosotros y de inmediato me di cuenta de que estábamos en la torre Eiffel

‐ ¡Estamos en París! – exclamé feliz viendo alrededor, todo era muy hermoso, las luces, los edificios, me encantaba, lastima que Zahiban se quedará solo esta noche, con el podría recorrer todo el mundo en un día entero

‐ Luego de encontrar tu hamburguesa, podríamos dar un paseo – propone y asiento feliz mientras él me baja con cuidado y yo corro a la baranda mirando todo.

Dios, estoy en París y él no me avisó para ponerme algo más decente que unos pantalones de chándal sobre una Maya de Ballet.

‐ ¡No me avisaste que vendríamos!, no estoy vestida para la ocasión- reclamé, quizás sea la primera y última vez que este en Paris y ni siquiera estoy bien vestida para una buena foto.

‐ Te ves Bonita así, eres tú

‐ Es fácil decirlo cuando tú  estás guapo – hay mierda, mierda, mierda, mierda.

Él sonríe mirándome con diversión mientras yo siento mis mejillas calentarse.

‐ ¿Te parezco guapo?

‐ No estoy ciega – susurré, era obvio que era muy atractivo, tenía un físico que lo hacía verse bien con todo, tenía una gran personalidad, y era muy guapo.

Gracias a Dios dejo el tema de lado proponiendo un recorrido por la ciudad lo cual acepto emocionada.

El me toma de la mano y en segundos estamos en la acera de la calle donde comenzamos nuestro recorrido. Miro todo maravillada, este lugar es realmente hermoso.

Durante todo el camino Zahiban se dispone a ser mi guía de turista, al parecer ya a estado aquí por eso sabe tanto, o quizás…

‐ ¿Eres de Francia? – pregunté de un momento a otro cuando el había dado una pausa en su relato sobre la Catedral de Notre Dame a la cual nos dirigíamos y él me mira confundido ante mi pregunta – quiero decir si vivías en Francia antes de.. pasar al otro lado.

‐ Ah no, sé mucho de Francia por que visito este lugar de des en cuando.

‐ ¿Ah si? – pregunté interesada, si visita Francia seguido, significa que viene a la tierra regularmente lo que puede significar otro encuentro en el futuro.

‐ Si, cada luna llena, la vista me gusta – me encoge en hombros y asiento intentando ocultar mi emoción interior, quizás solo yo esté sintiendo algo de aprecio aquí, pero en verdad quiero convertirme en su amiga, es muy divertido estar con él además de que me lleva a todos lados.

‐ interesante – me limito a decir a la vez que nos detenemos frente a un local de venta de hamburguesas y Zahiban me permite ingresar primero.

Ingresamos al lugar y todo se ve y huele muy bien, Zahiban entra a mi espalda guiándome hasta él mostrador donde un chico con el uniforme del lugar y unos colmillos falsos se acerca a atendernos.

Halloween Fest (+21)©️✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora