4. DULCES CALABAZAS 🎃

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Capítulo 4

Zahiban

Sentí un extraño vacío en mi ante lo que tenía frente a mi.

No podía creerlo, no podía moverme, parecía que mi capacidad de moverme o hablar se había desvanecido, todo parecía detenerse a mi alrededor.

‐ ¿L.. Leah..? – logré hablar y cuando sentí como si un balde de agua fría cayera sobre mi, trayéndome a la realidad corriendo hacia el cuerpo de Leah que se encontraba en el suelo de la carretera sin movimiento, la tomé en mis brazos y al ver el rastro de sangre salir de su cabeza me alarme comenzando a repetir su nombre esperando a que despertara.. pero no lo hacía.

Le tomé el pulso pero no lo tenía, su corazón no latía y sus ojos seguían cerrados.. no.

Me aferre a su cuerpo sintiendo las lágrimas en mis ojos, las calles estaban vacías y no quería separarme de su cuerpo, Leah había sido la primera persona que me había tratado bien, a la cual parecía importarle, la primera persona que no me trató como un fenómeno o un estorbo. Durante mi vida siempre había sido tratado como un desperdicio de espacio en el mundo, un huérfano que solo estorbaba en el orfanato. La primera vez que probé una tarta de calabaza fue cuando me escabullí hasta la cocina del orfanato y probé un poco del desayuno de la dueña del lugar, solo había sido un pequeño trozo, pero fue suficiente para que me gustara, y fue suficiente para que me dejaran toda una tarde sin comer por tocar lo que no es mío.

Y así fue siempre, cuando morí nadie se preocupó por mi, nadie lloró mi muerte. Leah fue la primera persona que me hizo sentir.. apreciado de alguna manera, en el poco tiempo que pasamos juntos ella me hizo sentir más calidez de la que había sentido en todos mis años tanto vivo como muerto.

Mi brazalete seguía brillando y sabía que solo tenía unos minutos para volver, pero no podía, no podía solo dejar el cuerpo de Leah allí tirado, sabiendo que no volveré a verla, ella es tan buena, tan inocente que es obvio que no irá al infierno, no volveré a verla jamás.

Sentí cuatro presencias a mi espalda y sin girarme ya sabía de quiénes trataba, pero no me importaba, no me movería, no lo haría por nada ni nadie.

‐ Zahiban debemos irnos, el portal se cerrará pronto – ordenó Anastasia pero me negué

‐ Vayan ustedes, yo me quedaré.

‐ ¿Perdiste la razón o que?, creo que estar entre tantos humanos no te hace bien, si te quedas te convertirás en nada – exclama Aline como si no lo supiera.

‐ No puedo dejarla aquí..

‐ Es la naturaleza Zahiban, no va a revivir solo por que te quedes allí- reprocho Fhaery

‐ Ya dije que se larguen, yo no me moveré

Me aferre aún más al cuerpo de Leah cuando sentí a Fhaery acercarse.

‐ Lo siento amigo, pero no te quedaras aquí.

Maldije cuando tocó mi hombro y nos teletransporta al sitio del portal donde no me da tiempo de luchar cuando me empuja al portal y en segundos vuelvo al infierno.

Miro todo a mi alrededor furioso y no tardé en atacar a Fhaery cuando cruza junto con las demás, Hearsaday es la última en pasar y lo hace justo a tiempo antes de que el portal se cierre.

‐ ¡¿Por qué hiciste eso?!- lo lancé al otro lado con toda mi furia haciendo que chocara contra una pared.

‐ No había de otra, no dejaría que hagas una estupidez como esa, además deberías estar feliz de que murió, ahora estará en el infierno por coger con un demonio.

‐ Ella no..

‐ ¿Zahiban? – me quedé congelado en mi lugar sin poder terminar lo que iba a decir..

No podía ser…

Gire rápidamente con la esperanza de que sea lo que creo que es y quedó sorprendido ante lo que ven mis ojos.

Una demonio con piel blanca, ojos rojos, también con unas orejas de gato y colmillos estaba detrás de mi, pero aún así pude reconocerla, y no podía alegrarme más, aunque también estaba muy confundido.

‐ ¿Leah? – susurre mientras me acercaba a ella y sonríe asintiendo, solo eso es necesario para que llegue hasta ella y la abrace con fuerza ‐ ¿Pero… como?

Ella se separa del abrazo y me da su lista de razones por la cual vino al infierno, no pude evitar reír, era una hojita con una sola razón.

‐ ¿Tú también te masturbarte detrás de una iglesia ?

‐  Tenia 13 y recién me había enterado de como funcionaba darse placer- repite mis palabras y no puedo ser más feliz por tenerla aquí conmigo.

‐ ¿Y esta señorita? – Se acerca Anastasia con una sonrisa seductora que no tarde en quitársela.

‐ Es mía Anastasia, así que saca tus colmillos de aquí.

‐ El que no comparte no va al cielo.

‐ Yo estoy muy bien aquí- tomo a Leah de la cintura atrayéndola a mi y Anastasia levanta las manos en señal de rendición.

‐ Bien, bien, ya entendí, toda tuya.

Los demás no tardan en dispersarse dejándonos solos, y Leah sonríe antes de subirse a mi espalda.

‐ ¿Tuya, eh?

‐ Si, y yo tuyo, ahora y el resto de la eternidad- comienzo a caminar en dirección a mi casa, el infierno no era el lugar más hermoso pero siendo un demonio te acostumbras, el fuego no es un problema para nosotros, aquí hace mucho calor todo el tiempo.

‐ Suena bien para mi – siento sus labios en mi mejilla haciéndome sonreír mientras sigo caminando.

Esto era todo lo que necesitaba, tener a Leah a mi lado era más que suficiente, así fuera en el infierno, el cual se sentía como el paraíso teniéndola conmigo.

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Nota.

Awww, esta será la primera y última historia de demonios tan cursi y sin +18 en este libro.

Pero es que Leah y Zahiban son muy tiernos, quería que tengan una historia más profunda que solo sexo <3

Opiniones del cap.

Las actualizaciones llegan hasta aquí, la historia de Aline y Fhaery la sabrán en el próximo Halloween <3.

Lxs amo,

HERA.D 🥀

Halloween Fest (+21)©️✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora