Espectrofilia.
Atracción producida por las imágenes reflejadas del acto sexual en un espejo.
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Zayn Malik era conocido como alguien a quien no debía mirarse dos veces. Siendo el jefe de la unidad de homicidios y abusos sexuales. Todos sabían que tenía mal carácter por la mañana, tarde y noche. Y su propio equipo lo admitía. Trabajar con él era sumamente estresante, era alguien estricto y perfeccionista, no le agradaba mucho que le llevaran la contra o cuestionaran sus métodos. Así que, cuando Liam Payne, consultor del FBI llegó un día, con su actitud despreocupada y arrogante sonrisa, todos supieron que troya ardería.
Payne era llamado solo en casos especiales, pero el hombre amaba estar en la unidad para platicar con los demás, o sacar de sus casillas al jefe. El consultor no era famoso por seguir órdenes y mucho menos quedarse callado. Y el primer encuentro con quien sería su jefe, fue sofocante para todos.
Sus personalidades chocaron, y todos vieron el momento exacto en que a su jefe se le marcó una vena en la frente.
Sin embargo, todo aquello quedó en el olvido cuando Liam fue secuestrado por un asesino en serie, todo el personal fue testigo de cómo el superior Malik había renunciado a dormir, buscando más pistas y llevando al límite todo a sus manos.
El día que lograron capturar al asesino, cinco hombres tuvieron que apartar a Malik para que no matara a golpes al hombre. Su mirada estuvo perdida todo ese tiempo, solo un par de posos oscuros que intentaban quemar vivo al ser frente suyo.
Para sorpresa de todos, había sido el tacto suave del consultor herido el que había controlado a Zayn. Un hombre maltratado y al borde del desmayo, metiéndose en el camino de una bestia sedienta de sangre como había sido Malik ese día.
Después de aquello, Malik impidió a Liam aparecer cuando le diera la gana, aunque este no ocupara su permiso.
Y se había escrito una regla inviable para todos. Si había algo que el departamento del FBI sabía sobre Zayn Malik, es que nadie, absolutamente nadie, debía meterse con su consultor.
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—Deja de hincharme las pelotas y sal de mi oficina.
—Es usted un gruñón malhumorado, detective Malik—Liam Payne entrecerró los ojos al ver como el jefe del departamento solo se mantenía indiferente—Considere la idea de ir a un Spa, yo podría conseguirle un descuento.
Ahí fue cuando Zayn volvió abrir los ojos y miro al hombre que estaba prácticamente sobre su escritorio.
Liam era un sinvergüenza.
—Quisiera ahorcarte—admitió honesto—Eso es lo único que deseo en este momento.
—Agradezco su interés en mí, pero le recuerdo que estamos en su trabajo y cualquier situación que involucre su arma en cualquiera de mis cavidades es solamente después del trabajo.
Malik bufo, decidió ignorar al hombre del sexy traje, y siguió en lo suyo.
Después del caso Loyd, Zayn y Liam formaron un vínculo más íntimo. Había sido el azabache quien mantuvo a Payne en el hospital después de salvarle, fue él quien le obligó y llevó a terapia, había sido él quien le negó el paso a las instalaciones hasta no estar seguro de que estaba apto para el trabajo. Pero había sido Payne quien había iniciado el contacto entre ambos.
Fue durante su segunda noche en el hospital, y Zayn había ido a verle. Ambos sentados en la habitación y solo escuchando los pitidos constantes de las máquinas. Fue en ese momento en que pudo ver mejor al hombre, sin sus tontos, atractivos y costosos trajes, sin peinarse y sin usar sus accesorios en sus extremidades.
