I.

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Iatronudia:
Excitación por desnudarse ante el médico, generalmente fingiendo una dolencia.

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Su pie golpeaba sobre el suelo de la sala de espera. Cada segunos, un suspiro abandonaba sus labios mientras doblaba sus dedos y los entrelazada.

Ansioso. Liam Payne estaba extasiado por ver a al doctor Malik despues de un mes entero sin acudir a consulta. Y es que, la realidad era que el joven de diecisiete años buscaba cualquier situacion para herirse, pero ninguna logro lastimarlo.

Hasta que decidio pedir ayuda a sus amigos. No lo culpen, es un chico joven, un adolescente casi adulto, obsesionado con su varonil y sexy doctor de urgencias. Y ahora, después de tanto, ya tenia un pretexto para ir a verlo sin dejar a la vista sus otras intenciones.

Todo esto comenzo hace cuatro meses atras, cuando su madre lo mando al médico para que revisara sus constantes dolores de vientre. Al principe fue reacio hacer caso, no queria ir. Creia ciegamente en que solo era su mala alimentacion y ya. Pero el dolor que le dio aquel dia fue horrible, y tuvo que ir.

Conocio a Zayn Malik, el doctor de urgencias que lo atendio con una calida sonrisa que lo puso nervioso y lo sonrojo. Le hizo una serie de preguntas rutinarias antes de pedirle recostarse en la camilla que tenia en su consultorio y con voz profesional, pero tan sexy, pidio que levantara su camisa y bajara su pantalon a nivel pélvico.

Su rostro se puso rojo como un tomate, pero cuando sintio el frio tacto de sus desos sobre su vientre caliente, algo en el joven azabache se encendio. El solo estar ahi, acostado y enseñando parte de su cuerpo a un hombre atractivo, observando su rostro sereno y muy concentrado en lo que hacia, tan profecional, no impidió al joven de hormomas salvajes excitarse.

A partir de ese encuentro, decidió que con una vez no era suficiente. Por lo que, inventando cualquier cosa, hiriendose de varias maneras, fue como volvió a verlo. Cada vez más y más enamorado de esa hermosa sonrisa serena que le regalaba.

Pero, hoy era diferente, Liam ya no tenía diesicices años, hoy era su cumpleaños numero dieciocho y estaba decidido a que su regalo de cumpleaños seria un beso, antes de ya no volver por la vergüenza.

—Liam Payne—llama la rechoncha enfermera con pecas en sus mejillas y su cabello rojizo amarrado en un moño alto.

El joven se levanta cojeando levemente, con un dolor agudo en la pierna derecha, hace una mueca cuando pasa por el lado de la mujer, quien le sonríe.

Entra en el muy conocido consultorio, con la puerta cerrándose a su espalda, detrás del escritorio se madera oscura y sólida se encuentra el apuesto hombre con una bata blanca y bajo esta usa una camisa de botones con los dos primeros sueltos revelando su pecho moreno y leve vello, así como el inicio de algunos tatuajes. Su cabello largo amarrado en una coleta y su barba bien cortada y acomodada. Pero cuando esos ojos dejan de ĺeer sobre los papeles en la mesa y se posan sobre Liam es cuando este último siente el rayo de excitacion atravesar su cuerpo.

—Liam, que encantador verte después de tanto tiempo—esa maldita sonrisa con dientes no ayudaban con su situación, menos cuando le pide acercarse y tomar asiento—Cuéntame, ¿Que pasa, pequeño?

Agradece llevar ropa holgada, porque siente una pequeña erección queriendo romper su ropa interior. Toma asiento y cubre con la gran playera que lleva.

A- E- I- O- UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora