Odaxelagnia:
Excitación producida al morder o ser mordido por la pareja.️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️
—Maldito hijo de perra, ¡Ni cosquillas hace eso que Dios te puso entre las piernas!
Ve las luces del coche haciéndose cada vez más chiquitas con la distancia que toma. Liam se maldiciendo, mientras camina a paso corto sobre la carretera donde a sido abandonado.
Fue una mala idea. Una jodida y estupida mala idea. Niall se lo advirtió, pero como el caliente hijo de puta que es decidió ignorar a su inteligente amigo y aceptar la cita del imbecil que conocio en esa estupida aplicación de citas.
"Rody" paso toda la puta noche hablando de sus gatos y de su insignificante trabajo. Sin contar qué, vivía en casa de su mamá y seguia sin superar a su ex que lo dejo por su jefe. Liam soporto todo con una sonrisa incomoda, suponiendo que todo valdría la pena cuando lo cogiera en los asientos traseros del auto.
Gran decepción se llevó cuando Rody se baja los pantalones y descubre qué las papas de su hamburguesa eran más grandes y gruesas que el pepinillo entre esas piernas. Y ni hablar de la poca higiene. No culpaba al pobre ex de esta imbecil, también se comería a su jefe para librarme de esa cosa horrorosa.
Ahora, reírse e insultar su micro pene no fue buena idea, menos encontrándose en medio de la nada. Donde fue abandonado por pitufino.
Abandonado en media carretera, entre un bosque oscuro y frío, sin dinero o pila en el celular. Con un suéter qué apenas le cubre. Escucha el canto de los grillos, el suave y fresco viento qué estremece su cuerpo y pinta sus mejillas y nariz.
—Juro que si llego vivo al pueblo, buscaré a ese hijo de perra y le cortare esa salchichita—sus dientes castañean al soltar su veneno—Estúpido pulgarcito.
Sigue caminando un buen tramo, la suela de sus zapatos crujen en la carretera y sus dedos se entumen. Hay nieve cubriendo las copas y el suelo. Tiembla como gelatina y gime por fatiga.
A lo lejos escucha el aullido de lobos y se tensa. Recuerda las noticias de avistamiento de lobos, exactamente en el puto punto donde a sido abandonado como perro. Acelera el paso, intentando no convertirse en la cena de una manada.
Los aullidos parecen más cercanos y se asusta más. A unos metros, ve un enorme lobo asomándose de entre los arboles, amenazante con ese enorme hocico de dientes filosos y mirada depredadora.
Asustado, corre sin ver que se estaba internando en el espeluznante bosque. Corriendo tanto como sus piernas le permiten, y es que, la costumbre de no hacer ejercicio le estaba pasando factura ahora. Detrás suyo, escucha las pisadas de los animales, los gruñidos salvajes. El mundo se le cierra y el suelo se le acaba cuando tropieza con una gran piedra.
Liam roda colina abajo, su ropa se desgarra, se lastima una pierna y las ramas secas le arañan. Cuando por fin termina de caer, su cabeza golpea con algo duro y poco a poco la conciencia lo abandona. Escuchando por último, a la manada observándolo desde la altura.
...
Un delicioso olor a chocolate caliente flota debajo de sus fosas nasales. Frunce el ceño y abre de a poco los ojos, parpadeando un par de veces para aclarar su vista.
Su cuerpo está calentito por las frazadas qué lo cubren sobre el cómodo y gran sillón donde ha estado descansando. Observa el interior de la cabaña donde se enfuentra, ve una cama al otro extremo con un buro a cada lado. Hay otro sillón individual cerca suyo y una televisión encendida con el volumen bajo. Hay una mesita en medio, donde un libro de tejido se encuentra abierto, también hay una botella medio vacia de vodka y un vaso usado.