Fate/DxD: La espada del cielo

Capitulo 8: Pale Insidious

Capítulo 8: Pale Insidious

No soy dueño de Fate / stay night o High School DxD.

"No hay veneno más insidioso que la arrogancia". - CAA Savastano

......

La fuerza de presión que se había extendido por el patio retrocedió y una tensión casi palpable se instaló entre los dos demonios y yo.

Ninguno de los dos hizo ningún movimiento, pero recibí una burla de la mujer con gafas.

"Parece que ese viejo tonto no te entrenó bien." Ella se burló. "¿ Sabes en qué presencia estás?"

Su burla se convirtió en una expresión de orgullo mientras su poder fluctuaba continuamente. Aunque era genial, muy por encima de las criaturas a las que me enfrentaba a menudo en la batalla, no era más de lo que podía manejar.

Me atreví a llamarla débil pero decidí no irritarla.

"Realmente no me importa para ser honesto". Murmuré, agarrando mi guadaña. "Ninguno de los dos me pasará y si lo intenta, morirá".

Apresuré a la mujer, una brisa fresca me azotó el cabello hacia atrás mientras me disparaba a la distancia. La mujer se tambaleó hacia atrás sorprendida antes de conjurar esas serpientes hechas de un miasma oscuro y peligroso. Cuando cortaron el espacio entre nosotros, rápidamente los rompí con una demostración de destreza, y la conmoción estropeó su rostro.

Salté a un lado, esquivando una serie de hechizos elementales. Cortando la de hielo, hice girar mi guadaña, proyectando una ilusión de barrera ante ella. Sabía que no era una barrera, pero la mera velocidad de mis movimientos era casi imposible de rastrear a simple vista.

El hombre maldijo cuando cayó el último de sus hechizos. El más grande de los círculos mágicos que maneja ganó una capa extra antes de liberar una niebla brillante. Mis sentidos me gritaban que me mantuviera alejado , así que entré en mi propia sombra y me hundí en ella.

Cuando reaparecí cerca de la barrera que rodeaba el edificio de la escuela, fui testigo de cómo la niebla brillante devoraba el pavimento en el que había estado anteriormente. Los cadáveres alrededor del área no tuvieron tanta suerte, y vi como se descomponían a un ritmo insoportablemente lento.

Fue un espectáculo espantoso.

"¡Creuserey!" La mujer escupió irritada.

El hombre ahora nombrado, Creuserey, lanzó una mirada penetrante hacia su compañero. Su brazo todavía estaba extendido, pero la peligrosa niebla que había conjurado se estaba disipando lentamente.

"Es peligroso, Katerea." Advirtió Creuserey. "¡Tenemos que tener cuidado con ese Sacred Gear suyo!"

En silencio observé cómo los dos discutían, la mujer, Katerea, argumentando que tenía la situación bajo su control. Les permití creer que mientras mi mente pasaba rápidamente a través de cualquier tipo de información sobre ellos, es posible que me hayan proporcionado a lo largo de los años.

No dibujé nada.

"Katerea Leviathan y Creuserey Asmodeus". Dijo una voz familiar. "No creí que los volvería a ver a los dos".

Envié una mirada sobre mi hombro, encontrando a Grayfia y Shirō acercándose a mí. La mujer caminaba con un aplomo refinado, mientras que el chico que la seguía soltaba la empuñadura de su arco, y yo miraba con extraña fascinación como se desintegraba en la nada antes de llegar al suelo.