A.
3 de Agosto 2016.
Vuelta a la rutina.
Cirugías y más cirugías, bueno es claro que algo como esto iba a pasar siendo que ahora también hago cirugías fetales.
Gente de todos los estados viene a verme.
Estoy muy feliz de que los padres confíen en mi para poder ayudar a sus mini humanos.
He sonreído más estos días, me siento más libre.
Me siento más yo.
No puedo decir lo mismo de Callie, cada día la noto más decaída.
Mark también ha estado pendiente.
Estaba sumida en mis pensamientos cuando un toque en mi espalda me interrumpió.
-Doctora Robbins.
Callie.
-Doctora Torres, ¿Qué sucede?
-Necesito que veas a un paciente.
-Claro.
-Te ves más feliz.
-¿Que?
-Eso, sonríes mas ahora, estoy feliz por ti.
-Callie no es necesario que-
-Oye no tranquila, se que no me veo del todo bien pero me alegro que puedas seguir adelante.
Ambas nos quedamos observándonos, pensando en como pasamos de darnos besos y compartir cariño en los pasillos pasamos a no querer presenciar a la otra en las mismas cuatro paredes, ni hablar sobre los casos.
Me saque a mi misma de este trance para poder ir a ver la consulta de Callie.
-Bueno, ojalá todo mejore.. iré a ver a este niño y te llamo para ver que podemos hacer por el pequeño.
Después de ver el pequeño asentimiento que me dio, fui en busca del mini humano.
Quizás no era un gran avance pero al menos podemos hablar, aún me duele pero lo que menos quiero es que este mal.
Era mi mejor amiga después de todo.
Porque te sigo queriendo.
Espero que estés bien.
