𝕸𝖔𝖙𝖍𝖊𝖗, 𝖎𝖙'𝖘 𝖓𝖎𝖈𝖊 𝖙𝖔 𝖘𝖊𝖊 𝖞𝖔𝖚.
La mesa podría ser fácilmente comida por el silencio hostil que había en la sala. Los dos hermanos menores habían llegado hace apenas unos minutos y Zyon se había puesto delante de sus hermanos con los ojos puestos al otro lado de la mesa donde una mujer de cabellos rubios comía tranquilamente dulces.
— Gracias al cielo que llegaron. — Percival, el cual estaba al lado de Zachariah que miraba fijamente la chimenea apagada, se expresó en susurros a los tres hermanos.
Zelda se había lanzado rápidamente a las manos de su hermano mayor intentando calmar su corazón acelerado. Zachariah era el hermano, el único, que podía recordar a sus padres y aún le pesaba en el corazón la huida de su madre. No había momento en el que no mirara a su hermana y se lamentará por no poder hacer desaparecer lo que su madre había dejado.
— ¿En qué momento llegó? — preguntó Zelda.
— Una hora — masculló Zachariah entre dientes.
Zelda sintió pena por su hermano. Siempre supo que nombrar a su madre hacía que sus dos hermanos se cansaran o miraran a cualquier otro lugar pero jamás se dio cuenta de cuán profunda era la herida como para causar que el más calmado de sus hermanos pierda todas sus fichas.
— Parece que vieron a un fantasma, queridos. Pero se que es una exageración, por supuesto, porque se que están felices por mi llegada — una voz fina, muy cantarína, llena de amor falso llamó la atención de Zelda que, por primera vez en toda su llegada, se volvió a verla.
Era la primera vez en toda su vida de adulta Zelda veía a Cordelia. Era hermosa, era idéntica a sus hijos. Ojos brillantes azules, cabello rubio hermosamente rizado sobre sus hombros, alta y, por supuesto, vestida con las más finas telas.
— No cabe ninguna duda que tu llegada es una sorpresa inesperada — Jerome, que estaba parado en la cabecera de la mesa donde la silla estaba vacía, miró fijamente a la que en algún momento fue su cuñada.
— Pero espero que una alegre — tarareo Cordelia agarrando otro dulce del pequeño plato con una sonrisa enorme. —. No veo hace tanto a mis niños que apenas pude reconocerlos. Míralos. Todos enormes y gallardos.
Agitó una de sus manos delgadas directamente en dirección a sus hijos que estaban aún apiñados delante de la chimenea.
Zyon enfrente, manos tras la espalda y pecho inflado. Su rostro normalmente lleno de una alegría picaresca estaba oscurecido con seriedad. Él también tenía mucha sed de whisky viejo.
Zachariah, a pesar de aún estar afectado, tenía una mano alrededor de la espalda de su hermana menor ocultándose de la vista.
Zelda, que apenas miraba lo que pasaba delante de ella, apretaba sus manos sobre la camisa ya arrugada de su hermano.
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VALIANT - bridgerton fanfiction
FanfictionOh, queridos lectores, si existe algo que una escritora tan poco sutil como yo disfruta es de las familias escandalosas y, en esta época, ¡La más pequeña de la familia más escandalosa está a punto de debutar! Zelda Valiant, una belleza rara, sin du...