slightly introverted ➵ ʙᴛs;; jjk [✔]

O15

—¡¿Qué dices?! —intentó liberarse de su agarre, pero estaba encerrada en esa prisión entre sus brazos— Déjame ir, Jungkook. Nosotros no...

—¿Nosotros qué? ¿En serio me estas cambiando así, YeoJi? Al menos, no sé, podemos hablarlo.

Su desesperación la hacia sentir mal, no quería lastimaron, pero tampoco quería salir herida ella, ya estaba cansada de poner por encima a Jeon JungKook y no a Im YeoJi. El cuerpo del chico fue acercandose cada vez más, al punto de que sus respiraciones iban mezclándose juntas, sus mejillas comenzaron a acalorarse, era inevitable no ver sus pequeños labios.

—No hay nada de que hablar, superalo. —susurró, de todas formas, él la escuchaba más que bien.

—¿Y sí no quiero?

—Entonces sigue sufriendo, no es mi problema.

—Sí, lo es.

—¡No lo... —no tuvo tiempo de terminar su oración, porque sus labios ya habían sido profanados.

¿Y por quién? Por la persona que la había tenido más de diez años colgando de un hilo llamado amor eterno, su dulce amor imposible de infancia que la cambio por un rostro más bonito y la aceptación pública. La persona que la besaba, con sólo sus labios haciendo un pequeño roce, no era la misma que le jalaba sus coletas a los seis años. Pero el humano estaba en constante cambio, debía aceptar que nada permanecía igual, debía acostumbrarse a los cambios.

Para JungKook, los labios de YeoJi sabían a durazno, era su bálsamo labial. Nervioso se separó, bajando la vista para ver su reacción ante su precipitada acción, había sido imprudente.

¿Por qué la besó? Si la chica que le gustaba era otra.

—Yo...

—Idiota. —la palma se estrelló contra su rostro, dejándolo pasmado al verla huir por tercera vez. Pensó que esa sería la vencida.

Ahora sus sentimientos estaban hecho un lio. ¿Por qué estaba feliz si lo estaba dejando? ¿Por qué le agradó tanto el beso?