Día del evento final

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Camila y Pamela pagaron si vestidos y continuaron buscando accesorios. Está vez Camila estaba con una nueva actitud reflejando nuevas emociones descubiertas.

Al terminar las chicas decidieron ir a comer un refrigerio para regresar al instituto. Durante el refrigerio, el grupo de chicas no podía dejar de llamar la atención en el lugar, pues aquel instituto era muy exclusivo y por ende no era común ver a un grupo tan peculiar.

Camila aún no podía acostumbrarse a tanta atención pero al estar en un grupo se sentía protegida y con confianza para disfrutar de la mirada de algunos chicos.

Pamela, observaba a Camila quien naturalmente se deleitaba con los chicos del lugar compartiendo sonrisas y coquetos involuntarios.

Pamela comprensible ante la situación con una sonrisa agarró la mano de Camila y le dió un beso.

- Me encanta que disfrutes tu nueva sexualidad y te dejes llevar - Camila le susurró.

Camila bajó la mirada con timidez y sonrío pues no tenía nada que discutir. Pamela tenía razón. Pese a todo lo que pasó Camila alfin sentía paz consigo misma y podía disfrutar de su nueva vida.

No fue algo que eligió pero todos los sentimientos negativos se habían diluido gracias a Pamela y gente cercana, pero la ansiedad no desaparecía ya que la prueba de oro era sus padres.

Camila no estaba segura como sentirse, no sabía si odiar a sus padres o no. Eso dependería del evento.
La vida le dió una nueva oportunidad o eso es lo que quiere creer pues Camila comenzaba a disfrutar su nueva vida y eso era debido a sus padres.

Talvez tomaron la mejor decisión.

- En este momento estaría en la cárcel cumpliendo una condena.

- Talvez Roberto pensó que esto iba a ser peor que la condena y lo fué por un tiempo.

- Ahora .... - Camila miraba su uniforme.

- ja.. - Quien diría que terminaría aceptando esto con orgullo y respeto.

- A la final es una recompensa por mi esfuerzo al adaptarme en todo esto.

- Muchas chicas morirían por estar en mi lugar y debo apreciarlo.

- Roberto no se salió con la suya..

- ....

- O talvez si ...

- Talvez quería verme doblegada ante mi nueva sexualidad y el poco respeto que lo tenía.

- Talvez debería estar agradecida por darme una nueva perspectiva de la vida.

- talvez el ganó, y este esperando ver cómo el orgullo de papá, el hijo perfecto y macho alfa indomable ahora esté cruzada de piernas con un par de tacones disfrutando un refrigerio con las amigas de su hija.

- Y....

- Lo disfruto, adoro ser Camila.

- Odio a mi antiguo ser y me avergüenzo de haber Sido José.

- Me encanta sentirme linda y poder expresarlo.

- Adoro que los chicos se pongan tontos al verme.

- Y lo que más disfruto es poder lucir mi uniforme y los vestidos que iré comprando.

- Gracias Roberto.

- Sin ti mi no podría hacer esto. - Camila agarró la mano de Pamela y le dió un tierno beso en la mejilla.

Al siguiente día Camila se preparó para el evento, el mismo que esperaba con ansias. Con toda la concentración se preparó sin ayuda de Pamela, pues quería verse perfecta con su propio esfuerzo demostrado su nivel

Una vez terminó sin previo aviso salió a dar vueltas por el instituto para recordar a aquél chico confundido que camino por aquellos pasillos y gradas del lugar.

El el reflejo de los espejos del instituto, miraba con orgullo a la mujer madura en la que se había convertido

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El el reflejo de los espejos del instituto, miraba con orgullo a la mujer madura en la que se había convertido.

Mientras lo hacía Camila se quedó paralizada al ver a sus padres subir las gradas y pasar por su lado sin reconocerla pues era obvio que especialmente su madre no tenga idea lo mucho que había cambiado.

Camila pudo notar la mirada perdida de su madre mientras buscaba a quien un día fue su hijo. De repente Camila fijó bla mirada en sus padres y como si hubiera una conexión la madre de Camila se detuvo cuatro escalones más arriba y regresó a ver a aquella hermosa chica del vestido rojo.

Después de cruzar miradas su madre dejo salir una lágrima mientras intentaba tapar su boca con una mano.

- Esos ojos los reconocería aunque todo lo demás haya cambiado. - La Madre de Camila susurró.

Camila sonrío y espero que su madre quien estaba completamente en shock acerque su mano al rostro de su nueva hija.

- Eres tú - una mano temblorosa acariciaba el rostro angelical de Camila.

- Vaya, que hermosa te has puesto - La madre de Camila se tapó la boca asustada esperando una reacción negativa por su comentario.

- Tranquila - Camila sonrío con tranquilidad.

- Adoro que me digas lo hermosa que me veo.

La madre de Camila estaba completamente confundida y emocionada al ver un cambio tan impresionante. Nadie más que su madre llevaba una gran carga al haber tomado dicha decisión y las Palabras de Camila solo quitaron todo ese peso de encima.

- Tu hiciste lo mejor para mí y te lo agradezco. Camila abrazaba a su madre mientras miraba a su padre completamente paralizado con sus ojos llenos de lágrimas.

Hijo...

- Quiero decir hija mía - Su padre se expresó.

- Porfavor perdóname.

- Cuando te vi en el avión no estaba preparando.

- Asumí que mi hijo había muerto pero...

- Al ver esa sonrisa en ti siento que mi hija nació para darme una lección. - El padre de Camila abrazaba a su nueva hija.

El evento continuó y no solo los padres de Camila estaban sorprendidos ante gran cambio, también estaban los de Pamela y todas sus compañeras.

A lo lejos Camila alcanzó a ver a Rubén quién mantuvo una distancia intencional. La chica del vestido rojo solo pudo disculparse con Rubén quién reconoció el vestido y entendió su significado.

Roberto solo levantó la copa dejando un libre significado pero haciendo entender a Camila que el mensaje fue captado. La chica del vestido rojo solo pudo devolver el mismo gesto con la copa, pues sabía que su relación con Roberto nunca se iba a componer del todo.

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Un cambio de sexo 2 / TG/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora