C1,P1: El primer paso de Catalina

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Sola en la carretera, en medio de la noche, pensando si eso es lo que realmente desea...

Al menos tres camionetas blindadas se estacionan frente a ella sin ningún orden, de ellas salen sus amigas de toda la vida restregándole en la cara que todas tienen unos senos inmensos y ella nunca conseguirá la plata para esa cirugía.

Tocándose los senos burlonas, comparando con los pequeños senos de Catalina, pues tenía tan solo catorce años.

Y entre lloriqueos, entra su madre a la habitación para despertarla de aquella pesadilla.

Hilda: Hija. Catica, mija' despiértese —la mueve y sacude para lograr despertarla, ella sigue gimiendo de tristeza— Catalina —alza un poco la voz y al cabo de dos segundos ella despierta agitada. —¿estaba soñando algo malo mija'?

Catalina: Si mamá —responde en tono de incomodidad y se levanta de la cama.

Hilda: Bueno apúrese que se le hace tarde pa'l colegio

De su armario saca una blusa azul marino, algo vieja.

Catalina: Mamita, es que yo no voy a ir hoy al colegio

Hilda se levanta del suelo donde estaba intentando despertar a su hija y angustiada por la noticia se gira a mirarla.

Hilda: ¿como así?

Catalina: Es que tengo una cosa muy importante que hacer —le responde apenas y mostrando una sonrisa para convencerla.

Hilda: ¿Que cosa mija'?

Catalina: Una entrevista de trabajo —dice emocionada y mostrando sus dientes en una sonrisa.

Hilda: Ay mijita', mire yo a ustedes no les estoy pidiendo nada, solo que estudien.

Catalina: Mamita, pero es que yo si quiero ayudarle, es que a usted le queda muy pesado todo lo de esta casa.

Hilda: Pues cuando termine de estudiar se consigue un trabajito de esos y me ayuda —le dice tratando de convencerla de ir a estudiar para que no termine siendo como sus amigas de la cuadra.

Catalina: No mamita, así usted se ponga brava yo voy a ir a esa entrevista —contesta y sale de la habitación, dejando a su madre sola.

Hilda: Ay Dios —susurra para sus adentros, preocupada de que su hija se le salga de las manos.

Finca de Aurelio Jaramillo.

Jessica: ¡Oiga! Me alegra que le esté yendo tan bien —le grita desde el otro lado de la piscina donde Aurelio se prepara un trago de Whiskey

Aurelio Jaramillo, mejor conocido como "El Titi" en todo Pereira, igual que todos en el barrio, vivía en la pobreza, no fue hasta que lo contrataron para ser sicario que salió del barrio. Convirtiéndose así en uno de los traquetos más duros de todo Colombia, con el puesto número dos de los más duros sicarios.

Titi: Ah! Eso es pa' que muerdan —responde sin girarse por rellenar su vaso con hielos— ¿y sabe que es lo más bacano "diabla"? —llamó a Jessica por el apodo por el que todos en el barrio conocen. — que uno les puede dar su sorpresita, después de que nadie ha dado un peso por mi.

Jessica: Ja! Lo rico que es callarle la boca a la gente, ¿no?

Titi: Si, como no. Si ahora todos me saludan como si fuera el dueño del barrio jajaja—bufa mientras camina por la piscina con su vaso de whiskey en una mano, sus lentes de sol, negros, un reloj brillante de plata en la muñeca y cadenas de oro en el cuello.

Jessica: Haha ¿que tal? Es que la gente es muy hipócrita. Cuando uno no es nadie no le dan ni el saludo —gira la cabeza para otro lado, burlándose de todos aquellos que siguen sin ganar plata.

Sin tetas NO HAY paraísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora